¡Ay, señor! Qué disgustos le dan a uno. Los gatos siempre caen de pie, las tostadas caen por el lado de la mantequilla y es sólo cuestión de estadística y tiempo que dos tontos (muy tontos) se converjan en la misma calle y monten una escenita nivel película de humor absurdo. Sí amigos, los cabezabuques han vuelto y juntos dan un resultado realmente rocambolesco.
Nuestro supervengador de las calles va montado en su Yamaha MT-03 y un Toyota Corolla azul se incorpora a su carril de forma bastante precipitada. La reacción del motorista en lugar de dejar pasar otra de tantas es pitar, ponerse a su lado y golpear su retrovisor. ¿La reacción del Corolla? Por lo que parece tenía hambre y se comió literalmente la rueda trasera de la MT-03, quedando totalmente incrustada.
Dios los cría y las calles les juntan
Hay que ser tarado y anormal para embestir con tu coche a una moto, por mucho que te haya dado una torta en el retrovisor. Gente que actúa de esta manera y con estas formas no se dan cuenta (o no quieren darse cuenta) de que son homicidas en potencia, aunque ni mucho menos excusamos la actuación del motorista (y eso más de una vez hemos pensado hacer algo similar, ¿verdad?).
En la descripción del vídeo el propio motorista reconoce que "antes de nada quiero pedir perdón por el retrovisor de la chica. El coche era de ella y definitivamente no fue su culpa que su novio/hermano/hermana o lo que quiera que fuera haya jugado a demasiados videojuegos. Ese golpe al retrovisor no fue correcto y se podría haber evitado, pero todos hemos aprendido una valiosa lección".
Está bien que el motorista reconozca que no fue ni mucho menos lo más inteligente reaccionar como reaccionó, pero desde luego que la actuación estelar del conductor del coche fue una ida de olla en toda regla, además de estar completamente fuera de sí una vez se baja del coche.
Así que ya sabéis niños, un vez más repetir con nosotros: tomarse la justicia por vuestra mano no está bien. Aunque sólo sea por el bienestar de nuestra propia moto o por instinto de supervivencia. La gente cada día está más loca y en caso de dar con un tarado de este calibre nosotros tenemos más papeletas para salir mal parados.