Hay cabezas de buque que van y otros que vienen, pero de vez en cuando te encuentras uno que hace las dos cosas. Vamos, lo que se dice de viaje completo, ida y vuelta. Y entonces es cuando te sorprendes de que en el mundo, aunque relativamente pequeño, nunca dejará de sorprenderte.
No os quiero destripar el final porque es muy inesperado a la vez que gracioso. Y cuando acaba, te das cuenta de cuál era la verdadera intención del protagonista y que lo llevó hasta sus últimas consecuencias. Como se suele decir: dentro vídeo.
Efectivamente, a veces, llegar a pegar con la rodilla requiere sus sacrificios. Y una rotonda en teoría puede ser un lugar tan bueno como cualquier otro para intentarlo, incluso mejor que el circuito. Además, ha conseguido seguramente pegar con las dos rodillas y los dos codos a la vez, algo que ni el mismo Márquez es capaz de hacer.
Pero bueno, él es feliz...
Gracias Josep!! Lo que me he reído!!