Quizá decir que el hambre y las ganas de comer se juntan en el siguiente vídeo pueda ser un poco aventurado, porque aunque el conductor de la moto que porta la cámara en el casco lo único que hace es mirar hacia otro coche que se había parado mal en un cruce durante un breve lapso de tiempo tampoco es que haga nada incorrecto. Pero sí que es un ejemplo muy didáctico del motivo por el que tenemos que estar siempre atentos.
Por el contrario, el que sí que hace algo de muy mala manera es el conductor del pequeño Honda azul que pasa de estar estacionado en el lado izquierdo del carril por el que el motorista circula a hacer un cambio de sentido saltando una línea continua en una maniobra de cabezabuque de manual. Y lo peor de todo, sin mirar si viene alguien o no.
Cuando circulamos en carretera abierta tenemos que mantener toda nuestra atención en el tráfico que nos puede influir. Este caso demuestra que distraernos durante un solo segundo nos puede provocar una situación desagradable. Seguramente si el motorista hubiera seguido mirando hacia delante, aunque el utilitario hubiera hecho la misma maniobra ilegal, podría haber evitado la colisión.
Por suerte, el conductor de la ¿Honda? llevaba una equipación completa y pese a la violencia del coche no parece haber sufrido lesiones de consideración, además la moto es posible que sea reparable (a cargo del seguro del coche). Al menos no se da a la fuga como vimos hace algunas semanas o no parece ser un tarado mental...
Recordad, mucha atención, equipación correcta y paciencia, mucha paciencia. Al fin y al cabo, aunque tengamos razón, somos el eslabón más débil de la cadena.