El pasado fin de semana el protagonista de tantísimos vídeos decidió poner a prueba la resistencia de su viejo casco Arai Chase. El experimento no sigue un estricto método científico con una máquina que imite los golpes que se llevaría en caso de accidente… sino que consiste en someterlo a distintas pruebas tales como atarlo al colín de la moto y hacer que golpee elementos de la calzada para explorar en última instancia el estado de la calota, el interior, la pantalla etc…
Resulta gratificante ver la resistencia que ofrece después de haber sido tan maltratado, mención aparte merece la pantalla que aguanta todas las "pruebas" sin problemas.
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