De entre todos los circuitos de los grandes campeonatos mundiales de motociclismo siempre hay alguno que nos llena el corazoncito con especial intensidad. Por ejemplo Jerez, como el pasado fin de semana en MotoGP, destaca por la afición y el buen tiempo, o Mugello tiene su larga recta y la curva más rápida del calendario nada más pasar la línea de meta. A mí me gusta Imola, ¿porqué?, pues ni idea, igual porque es la casa de Ferrari, pero tengo buen recuerdo de las carreras que allí se disputan.
La verdad que no suele defraudar el Autodromo Enzo e Dino Ferrari como un escenario perfecto y el Campeonato del Mundo de Superbikes viene calentito este 2014. Ya sabemos que los chicos del WSBK se dan bastante cera pero éste año no parece haber un claro dominador porque en las seis carreras que se han disputado hasta la fecha hemos tenido cuatro pilotos que se han llevado la victoria sobre cuatro motos diferentes.
Superbikes: Tom Sykes llega a Imola líder
El más presionado quizá tras el aguacero de Assen de cara al primer tercio de la temporada puede ser Tom Sykes. Es el actual campeón, el que tiene que defender el título de todos sus oponentes, llega líder sobre la Kawasaki que todos dan como la moto a batir con sólo doce puntos de ventaja sobre el segundo clasificado. La táctica del británico de cara al campeonato 2014 posiblemente fuera igual que la que utiliza en sus carreras: ponerse primero y tirar. El año pasado se hizo con la Superpole y venció las dos carreras. ¿Podrá repetir la gesta del año pasado?
Por desgracia para él y por fortuna para nosotros no le está siendo tan fácil y hasta un Eugene Laverty al que dábamos por desahuciado al tener que conformarse con pilotar la Suzuki está entrando al trapo. Vale, sí, ahora está octavo en la general con menos de la mitad de puntos que Sykes pero estoy seguro de que será capaz de repetir la gesta de Phillip Island y teniendo en cuenta la cantidad de enemigos, hasta dentro del mismo equipo, que hay en las parrillas del WSBK no creo que a Sykes le haga mucha gracia tener a otro que le robe puntos.
Volviendo a los puestos de cabeza lo más esclarecedor es decir que entre los cuatro primeros de la tabla hay 19 puntos de diferencia. En un campeonato en el que se reparten a razón de 50 puntos por domingo de carreras es casi lo mismo que nada. Sylvain Guintoli sobre la Aprilia RSV4 es el rival más peligroso encuadrado dentro de uno de los equipos más potentes de la categoría. Tanto es así que de momento es el único junto con Tom Sykes que ha sido capaz de repetir victoria. El problema del francés es su regularidad, algo de lo que presumía el año pasado consiguiendo la tercera plaza en la general con sólo una victoria, siete segundos puestos y seis sextos.
A sólo tres puntos de Guintoli y a 15 de Sykes está una de las revelaciones de la temporada. Loris Baz se tomó el 2013 como un año de adaptación por el buen camino consiguiendo su primera victoria en la categoría, pero en 2014 ha perdido todas las vergüenzas y hasta se permite el lujo de hacerle sombra a su compañero de equipo. Aún no ha ganado este año pero lleva tres segundos puestos. Yo apuesto casi como valor seguro a que hace podio en Imola.
Supersport: más difícil todavía
Si en Superbikes está la cosa apretada en Supersport los gases casi cambian su estado a líquido. Los cuatro primeros están a ocho puntos de diferencia, ¡un suspiro!. Y aquí la cosa sí que está igualada, tanto es así que el líder de la clasificación general, Florian Marino, no ha conseguido ninguna victoria. Es más, de las tres carreras disputadas han salido tres ganadores distintos: Michael Van der Mark, Kenan Sofuoglu y Jules Cluzel devolviendo la gloria a MV Agusta.
Al principio de la temporada lo fácil hubiera sido apostar por Kenan Sofuoglu como el mejor posicionado para ganar carreras, pero llega la cuarta del año en Imola y nos encontramos con el turco que parece haber perdido su mojo con la marcha de Sam Lowes al Campeonato del Mundo de Moto2. Una victoria y dos ceros no son buenos números para el campeón del año 2012.
Curiosamente y ya rizando el rizo, de los cuatro primeros clasificados en la general encontramos que también el campeonato de constructores está on fire porque no se repite ninguna marca. Florian Marino lleva Kawasaki, Michael Van der Mark monta la Honda, Kev Coghlan va con la Yamaha y Jules Cluzel con la preciosísima MV Agusta treipistoni. A ver cómo salen éstos cachorros de Imola.