Si hay algo que a Jordi Torres no se le puede reprochar, son las ganas con las que sale a correr cada fin de semana que hay carreras del Campeonato del Mundo de Superbikes. Por todos es sabido que su BMW S1000RR no es de la más rápidas de la parrilla y, aun así, fue capaz de firmar un sexto y un séptimo puesto en las dos carreras disputadas el pasado fin de semana en Motorland.
Torres afronta su segundo año en el equipo Althea BMW con la moral y las ganas por las nubes, pero siendo consciente de lo que lleva entre las piernas y lo que eso supone a la hora de luchar con el resto de pilotos de la parrilla. Hemos podido entrevistarle y no pierde la esperanza de obtener buenos resultados durante la temporada 2017.
Torres afronta la temporada con más experiencia
El piloto de Rubí tiene mucha experiencia acumulada de su primer año con la BMW y comenta: “ahora tengo más confianza con la moto y me puedo centrar mucho más en las trazadas, pero sigue siendo muy dura de llevar y es muy física”. El equipo sabe a lo que se enfrenta y el propio Jordi nos dice que siempre dan el 100% y que lo demuestran en todas las carreras, pero que hay veces que no sale bien.
“A veces echamos en falta algo más de apoyo por parte de BMW” nos dice Jordi, tienen una parte ciclo muy buena de la que se encarga el equipo Althea, pero electrónicamente no consiguen lo que quieren. Esto se traduce en que no son capaces de hacer las salidas lo bien que querrían, no tienen unos derrapajes limpios con la moto, etc...
Pero este año ya conocen la moto, conocen tanto los puntos fuertes como los puntos débiles y lo que hacen es exprimir todo eso bueno que tiene la moto para luchar por el mejor resultado posible. Como él mismo dice, “no podemos echarnos a llorar en una esquina lamentándonos siempre por lo mismo”.
A pesar de tener una moto con algunas limitaciones, Torres se siente preparado para luchar por los puestos del podio, pero se siente un poco frustrado por no tener las armas adecuadas para hacerlo y poder obtener buenos resultados para él y su equipo.
El principal problema sobre la moto es la política que BMW tiene con su moto de Superbikes. El fabricante alemán quiere ofrecer la mejor versión de la S100RR al gran público y que sea lo más competitiva posible. Por desgracia para Jordi, esto implica tener que utilizar un software y una ECU de serie que limita mucho sus posibilidades, “En el equipo sabemos lo que va mal, y en BMW también”.
A pesar de esto, no espera cambios significativos durante todo el año, algo que ya le ocurrió la temporada pasada y para la de 2017 no tiene esperanzas de recibir nada tampoco, “este es el material que tenemos y con esto tenemos que luchar”.
Esperemos que Jordi Torres siga exprimiendo a tope su BMW S1000RR en las carreras que quedan y lo podamos ver subido en alguno de los cajones del podio de esta temporada. No será por las ganas y el empeño que él está poniendo para conseguirlo.
Fotos | Althea BMW Racing
Más información | World SBK
En Motorpasión Moto | SBK 2017