Uf, al leer esta noticia casi se me salen los ojos de las órbitas. El corazón ha empezado a latir a toda velocidad y la mente ha comenzado a imaginarse interminables tumbadas y frenadas de infarto. Sí compañeros, ha llegado, por fin podemos disfrutar de la Aprilia RSV4 Biaggi Replica. La fábrica de Noale va a cumplir el sueño de muchos de los afortunados que se hagan con ella. Yo creo que deberíais plantearos hacer una colecta para que a un pobretico editor de Moto22 no le entre una depresión y caiga en la locura. Porque como me encuentre con esta maravilla en algún circuito no sé que sería capaz de hacer… ¡Mira que yo por mi RSV4 mato!
Bromas aparte y conociendo mi debilidad por la marca italiana, imaginaos que pedazo de pepino para vuestras tandas. De serie ya es una pasada de deportiva, así que no quiero ni pensar como debe ser esta. Los datos son claros: 200CV, 175kg y… 50.000 euros. Con ella podríais participar en el Campeonato del Mundo de Superbikes sin hacerle absolutamente nada, ya que cumple con el reglamento de la FIM. No me diréis que no es para ponerse malo. De momento, como no quiero presionaros con lo de la colecta, seguiré jugando a La Primitiva.
El pasado fin de semana se presentó en sociedad esta maravilla. Aprilia no pudo escoger un escenario mejor que Monza, durante las carreras del Mundial de Superbikes. Está claro que sabían que el circuito era propicio a su misil tierra-tierra y que Max Biaggi haría un buen papel, pero seguro que no se esperaban el fantástico doblete que consiguió El Corsario, ofreciendo así un auténtico apadrinamiento de lujo.
El padre de la criatura, Gigi Dall’Igna, ha estado muy pendiente de este proyecto:
Con la RSV4 Biaggi Replica ofrecemos a los entusiastas del deporte del motociclismo una moto lo más cercana posible a la RSV4 pilotada por Max en el Campeonato del Mundo de Superbikes. En este proyecto, que fue desarrollado paralelamente a nuestro reingreso en SBK, hicimos salir todo nuestro conocimiento y años de experiencia sobre las pistas de todo el mundo. Esta es la moto que salió de ello, concebida y desarrollada desde Aprilia Racing para ofrecer sensaciones únicas a un usuario cualificado.
Sin duda esta moto es una excelente base para disputar cualquier campeonato nacional, siempre mejorable gracias al amplio catálogo de accesorios y preparaciones que ofrece la marca de Noale de una forma personalizada, desde la misma entrega en Aprilia Racing.
El V4 a 65° de 999.6cc consigue 200CV y 125Nm de par motor, 20 y 10 más respectivamente que la versión de calle. El escape pasa a ser un Akrapovic de titanio 4-2-1 con un bonito silencioso de carbono y titanio. El peso de 175kg es en orden de marcha con el tanque de gasolina de 17 litros vacío. Los frenos son Brembo de última generación con pinzas radiales de cuatro pistones, pastillas sinterizadas de competición, bomba radial y latiguillos metálicos trenzados.
Aparte de otras muchas exquisiteces, este cóctel de lujo lo completan unas llantas Marchesini de magnesio forjadas y una horquilla invertida Öhlins de 43mm multiajustable con cartuchos presurizados. Se puede optar por la versión limpia, con el carbono del carenado a la vista, aunque a mí me gusta más la réplica auténtica. Creo que el producto anunciado nunca ha ido tan acorde en una moto de competición.
Yo no sé a vosotros leyéndolo, pero a mí escribiendo esto ya se me están poniendo los dientes largos. El precio puede parecer alto pero reconozco que, a pesar de no estar a mi alcance, para una moto de estas características es justo. Si la comparamos con su rival directa, la Ducati 1198RS, es hasta barata frente a los 90.000 euros que cuesta la moto de Borgo Panigale.
En fin, si os animáis para lo de la colecta avisadme, que de momento estaré soñando despierto…
Vía y Fotos | Aprilia
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