Parece que la multitudinaria manifestación que congregó a más de 7.000 motoristas en las calles de Madrid el pasado mes de diciembre para defender sus derechos ha tenido un efecto directo en el Ayuntamiento.
El consistorio de la capital ha recogido el guante lanzado por las motos tras años de trabajo con la Asociación Mutua Motera (AMM) durante los últimos 11 años y pasará a la acción con nuevas iniciativas para respetar en la medida de lo posible a las motos, un colectivo que había quedado fuera de juego. Madrid acepta la supresión de elementos deslizantes, inicia un proyecto piloto de carril moto y considera algunas iniciativas en favor de los motoristas, pero en cambio mantendrá la discriminación de Madrid Central.
Las 'aletas de tiburón' no son ilegales, sólo alegales
Cuando el 16 de diciembre las motos se echaron a la calle lo hicieron para reclamar su derecho a ser una alternativa viable y sostenible que aliviase la saturación circulatoria de la capital de España y la visualización de la discriminación que supone la aplicación de Madrid Central, pero también se reclamaron otras medidas paralelas.
La eliminación de las rejillas metálicas en las calzadas, la sustitución de las pinturas deslizantes, la supresión de elementos potencialmente peligrosos como las medianas de plástico que separan el carril bus/taxi ('aletas de tiburón') fueron algunas de las reclamaciones a las que se suman la necesidad de más plazas de aparcamiento para motos, más puestos avanzados en los semáforos o campañas de concienciación del uso del retrovisor.
Después de la masiva movilización de los motoristas madrileños, los representantes del colectivo de las dos ruedas mantuvieron una reunión con la Coordinadora de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid y la Policía Local de la que ha trascendido un acuerdo del consistorio para favorecer el uso de la moto, aunque con lagunas.
Los representantes de movilidad han asegurado su voluntad para crear carriles moto que den acceso a los denominados Espacio Avanza-Moto de los semáforos y campañas de vigilancia para sancionar a los automóviles que invadan estos espacios, además de comprometerse a crear calzadas más seguras sin tapas metálicas ni pasos de cebra deslizantes. La iniciativa comenzará en forma de proyecto piloto y si se valora de forma positiva se irá ampliando por el resto de la ciudad.
En lo referente a las plazas de aparcamiento y separaciones del carril bus/taxi, el Ayuntamiento de Madrid se ha limitado a asegurar que estudiará ambos casos, pero no ha concretado nada. Recordemos que en toda la capital hay poco más de 10.000 plazas de aparcamiento para 200.000 motos matriculadas. En el caso de las 'aletas de tiburón' sí son elementos potencialmente peligrosos pero no se consideran ilegales como denuncia el colectivo, sino alegales según la normativa actual.
Menos voluntad negociadora aún se han encontrado los representantes de las motos con respecto a Madrid Central, donde no han llegado a ningún acuerdo para revertir las limitaciones de aparcamiento en las aceras ni las restricciones de circulación para las motos en escenarios de alta contaminación.
La AMM se volverá a reunir de nuevo esta semana con el consistorio, así que quedamos a la espera de las nuevas noticias que nos lleguen desde Madrid.