Hoy nos reenganchamos en nuestra ruta al toparnos con algo majestuoso. La imponente muralla de Ávila es lo que salta a la vista nada más rodear el núcleo urbano. Su construcción data del siglo XI bajo el mandato del Rey Alfonso VI de Castilla, son Patrimonio de la Humanidad al igual que el Real Monasterio del Escorial y lucen en un gran estado de conservación gracias a la labor de restauración que se llevó a cabo por orden de Felipe II en 1596.
La entrada que te permite disfrutar del paseo por buena parte de su estructura no llega a los cinco euros y la experiencia sin duda que merece la pena. Pasarse un buen rato parando a asomarse cada pocas almenas nos dejará unas cuantas imágenes congeladas en la retina. Y no precisamente por el frío.
Pero más allá de la obviedad de la muralla, hay infinidad de rincones que visitar dentro de esta ciudad tan especial. Destaca entre todas las construcciones la Catedral del Salvador de Ávila, la primera catedral que puede considerarse gótica en España.
Un edificio de regia arquitectura. No obstante, cuando fue proyectada y construida aproximadamente (no se sabe a ciencia cierta) en el siglo XII se concibió como templo de culto y fortaleza a partes iguales.
A la sombra de la imponente catedral pasa un poco desapercibida la Basílica de San Vicente, aunque en realidad su nombre completo es basílica de los Santos Hermanos Mártires, Vicente, Sabina y Cristeta. La historia cuenta que durante la persecución de Diocleciano en el año 306 d.c. los hermanos se negaron a reconocer y firmar un documento que decía que habrían ofrecido sacrificio a los dioses paganos.
La consecuencia de la tortura que sufrieron resultó en su muerte y sus restos se dejaron entre huecos de roca donde después, como señal de arrepentimiento, el judío que les acusó construyó la basílica.
Ya fuera de la ciudad, cruzando el río y a los pies de la carretera N-110 se encuentra El Humilladero de los Cuatro Postes. Un buen lugar para detenernos y contemplar de la mejor panorámica de la ciudad.
Esta construcción de origen religioso está formada por cuatro columnas de estilo dórico que se alzan a cinco metros de altura y sobre sus capiteles se sujetan cuatro arquitrabes en los que se inscribe el escudo de armas de la ciudad castellana. En el corazón del cuadro que forma está presidido por una cruz de piedra con cuatro metros de altura.
Puerto de Villatoro
Hasta aquí hemos visto muchas cosas, espero que hayáis madrugado un poco para hacer todo el recorrido porque hasta ahora sólo llevamos la mitad. Saliendo de Ávila tomamos dirección Plasencia la carretera N-110 y nos enfrentamos a un tramo de rectas infinitas en los que salvo contadas excepciones se suceden los kilómetros de forma constante hasta llegar después de 40 km a un pueblo llamado Villatoro.
Allí podremos empezar a recuperar las sensaciones de las curvas en moto al llegar el puerto de Villatoro. Un firme perfecto, de reciente asfaltado con carril adicional en subida y las líneas bien marcadas nos acompañará durante la subida hasta 1.383 metros y su posterior bajada.
Numerosos apartaderos con manantial salpican los arcenes y ahora en otoño merece la pena pararse a disfrutar de sus vistas plagadas de colores amarillentos y anaranjados.
De ahí en adelante se intercalan las zonas abiertas con zonas llanas y poca vegetación que nos dejan contemplar a lo lejos la magnitud de la Sierra de Gredos con espacios boscosos, húmedos y con mucha vegetación.
Barco de Ávila
Tras pasar por Piedrahíta seguiremos cruzando pequeños pueblos del interior de Castilla de escasa población, pero todos con una iglesia de tamaño considerable y buena conservación hasta que llegamos casi al final de nuestro recorrido: Barco de Ávila.
Barco es quizá uno de los municipios con más sabor y misticismo del Valle del Tormes. Este caudaloso río de ilustre nombre baña el contorno de la ciudad dejando a su paso un precioso cortado en la piedra sobre la que se asienta la población.
Desde su parte más alta, impasible al trasiego de los que van y vienen, se yergue el Castillo de Valdecorneja. La fortificación que en la actualidad pertenece a la Casa de Alba fue construida en el siglo XII y reconstruida en el XIV sobre los restos de un castro vetón destruido por los romanos. A día de hoy, y tras ser utilizado su interior como cementerio, alberga actos culturales del municipio.
Una de sus mejores vistas sin duda la podemos tomar desde el puente viejo, una estructura románica de cuya construcción no se conoce la fecha, pero sí se sabe que tras sus numerosas destrucciones se tuvo que volver a alzar en el siglo XII.
La estructura que fue la única encargada de comunicar ambas orillas del Tormes durante siglos está compuesta por ocho arcos irregulares que descansan sobre sillares almohadillados. Lo más llamativo de este puente se perdió en el siglo XIX, ya que contaba con una torre defensiva en el medio que fue echada abajo por el ejército francés durante la Guerra de Independencia. Según las condiciones del agua, aún se puede observar parte de esta torre sumergida en el fondo como un canto triste a la historia.
La ciudad en su punto álgido como núcleo del comercio de la región estaba amurallada por una estructura que partía del castillo de Valdecorneja y adoptaba una forma pentagonal abrazando el pueblo. Contaba con tres puertas de acceso, la única que queda en pie es la Puerta de Ávila.
También era conocida como Puerta de Piedrahíta, hasta que en el siglo XVI la leyenda dice que allí se ajustició a pasar por la soga a un alcalde de la localidad. Desde entonces su nombre más popular es la Puerta del Ahorcado.
Y a partir de aquí os dejo que sigáis vuestro instinto y os dejéis llevar bien por la historia o por la carretera. Cualquiera de los alojamientos que podéis encontrar en la zona, por pequeño que sea el pueblo donde paréis, os aseguro que os encantará.
Por el entorno, por la gente, por la arquitectura o por la naturaleza. Y sino, preguntadle al compañero iblackymb que es de por la zona.
La Ducati Multistrada 1200 S ha sido cedida por Ducati Ibérica. El servicio de fotografía ha corrido a cargo de Susana Guerra. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la ruta ha sido: Casco HJC R-PHA 10 Plus, traje Rev'It Sand 2 y botas Alpinestars S-MX 3.
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Fotos | Wikimedia