Es una pregunta recurrente. En muchos modelos, el ABS es una opción de fábrica bastante cara. Y la gente se hace la pregunta de si vale la pena gastarse el dinero en ello. Han sido numerosos amigos los que me han pedido opinión al respecto. Otra cosa que hay que tener en cuenta es que normalmente es una opción de fábrica que no se puede incorporar con posterioridad al momento de compra. En definitiva, que hay que decidir si gastarnos el dinero en el momento de la compra de la moto nueva.
Si la compramos de segunda mano suele haber menos opciones: dependerá más del buen estado general del modelo que compremos que de la presencia del ABS en la moto. De hecho, casualmente, siempre que he comprado una moto de segunda mano en los últimos tiempos no tenía ABS. En cambio, cuando la moto ha sido nueva y había la posibilidad de que llevara ABS, en casa no hemos dudado en pagar el coste extra del ABS (En la BMW R1200GS Adventure, en la Honda CBF 500 hace 3 años y recientemente en una Honda Hornet 600).
Mi argumento siempre ha sido que en una sola frenada de emergencia ya has amortizado el coste del ABS, por caro que sea como accesorio de fábrica.
Y el otro día me tocó comprobar mi teoría en vivo. Llovía en Barcelona. Aunque llovía poco, era lo justo para que el asfalto estuviera bien mojado. Y resbaladizo. Eran las siete de la tarde y había el tráfico pesado de la gente que vuelve de trabajar. Subía por Pau ClarisRoger de Lluria, una de las arterías de la ciudad. Iba con la GS Adventure (¡maletas incluídas!, lo sé, no tengo perdón...).
Un autobús se mueve hacia el centro de la calle y aprovecho el "hueco" para entrar en el carril de la derecha. Justo a tiempo de ver como se detenía un taxi en seco a recoger a un cliente (no hay manera de que los taxistas en Barcelona entiendan eso de parar a recoger los clientes en el chaflán...). ¡Glups!: autobús a la izquierda, taxi delante y el asfalto mojado. No hay escapatoria. Clavo los frenos sin demasiadas esperanzas de detener la moto.
Ya estaba anticipando la imagen de la caída imaginando el trastazo con la trasera del taxi. Cloc, cloc, cloc, cloc, cloc, cloc en la palanca de freno. La moto mantiene la verticalidad sin inmutarse. Siguen los cloc, cloc, cloc, cloc en la palanca hasta casi detenerse. Faltaron apenas 3 centímetros y a bajisima velocidad llegué hasta tocar el parachoques del taxi. Una caricia. Sin caerme y sin ningún daño ni en la moto ni en el taxi. Increíble.
Todavía no me lo creía. Estaba dando mentalmente las gracias a "San ABS" cuando escucho relinchar al taxista mientras mira el parachoques: "¡Maldita moto! Menos mal que no me has hecho nada". Mientras le miraba pensaba que menos mal que no me había caído y no me había hecho daño que para los vehículos ya estaban los seguros; pero creo que intentar explicárselo al taxista no tenía demasiado sentido. En definitiva, gracias al ABS he salvado la moto de una caída y de la posibilidad de haberme hecho daño.
Lo que tengo claro es que en una sola frenada he amortizado el coste del ABS, porqué una caída de la Adventure no debe ser precisamente barata. Espero que la anécdota os sea útil y dudéis respecto a la conveniencia del ABS al comprar la moto.