Vivimos en la era en la que a muchos de nosotros nos gusta ver como lo viejo resurge de sus cenizas convertido en algo digno de admirar y en lo que lo nuevo trata de rememorar cualquier tiempo pasado. Este es el caso de la BMW R nineT de Workhorse Speedshop que tenéis delante.
Ese estilo musculoso de las superbikes de los años 80 es algo de lo que probablemente no nos cansemos jamás, pero sí que es verdad que hay modelos, como esta nineT, que a priori no podrían prestarse para este tipo de diseños y no podíamos estar más equivocados pensando esto.
La reversibilidad. El principal reto
Brice Hennebert es el autor de este brillante diseño sobre la BMW R nineT y aunque no es la primera moto que construye, si es la primera que echa a rodar desde que abriese su nuevo garaje en la vieja carpintería de su padre en la que creció.
“Mr K”, ese es el nombre de la persona que encargó este diseño a Brice y lo que quería era algo que fuese impactante y que rompiese los cuellos de todos aquellos que la mirasen al pasar, pero que mantuviera una ergonomía neutral y que todos los cambios que se hiciesen fueran reversibles. Objetivo conseguido.
Esa reversibilidad era todo un desafío para Hennebert, ya que no podía cortar el chasis o jugar con el motor, así que, fabricó una especie de bastidor superior que se atornilla a los soportes que ya existen para el depósito o el subchasis y con el que pudo empezar de cero en la fabricación de la nueva carrocería.
A partir de aquí, creo un nuevo y robusto tanque de combustible en aluminio equipado con un sistema de llenado de combustible rápido de Racefit y un respirador de Earl’s Performance. El asiento con base de aluminio y tapizado en Alcántara es obra de Silver Machine en Ámsterdam. Nuevos guardabarros fabricados por el mismo y una luz trasera de LED incrustada en la parte trasera son algunos de los detalles de esta BMW.
La parte delantera es algo extremo, una placa cuadrada y el refrigerador de aceite están montados directamente en un soporte que va cogido al chasis y que no obstaculiza de ninguna manera la dirección. El enfriador de aceite es también de Earl’s Performance y la iluminación es una combinación entre luces normales y de LED.
Los frenos si que han pasado una buena revisión y se le han instalado nuevos latiguillos y unas pinzas Brembo M4 en la parte delantera junto con una bomba también cortesía del fabricante italiano. El conjunto de accesorios lo completan unas estriberas Gilles Tooling, un amortiguador trasero Nitron y unos neumáticos Continental Sport Attack 3.
Pero sin duda, una de las cosas que más llama la atención es la pintura. Es obra de Moto Peinture en Bélgica y es espectacular. El toque final lo da el número 163 del frontal, que homenajea a Reg Pridmore, campeón del AMA Superbike de 1976 a bordo de una BMW, cual si no. No es una réplica exacta de aquella moto, pero si es la mejor manera de rendirle tributo. Habrá que seguirle la pista a esta gente de Workhorse Speedshop…
Fotos | Thierry Dricot
Via | BikeExif