La movilidad eléctrica ya no es cosa del mañana y es por eso que cada vez más fabricantes dan el salto a esta tecnología intentando evitar que sus vehículos no se vean obsoletos en un futuro. Sino que se lo digan a DAB Motors, la última empresa que ha dado este cambio presentándonos un prototipo no muy lejano a la realidad, el Concept-E.
La marca francesa ha puesto en él toda su experiencia pero adaptándolo a su nuevo método de impulso. Para lograrlo, han apostando por los mejores componentes y los han introducido en una silueta muy característica con líneas simples. Unas líneas que llevarán sus futuras motos eléctricas.
Fibra de carbono, suspensiones Öhlins y frenos Beringer
Como decíamos en la entradilla, DAB Motors quiere prepararse para el futuro y para ello, pese a ser una empresa relativamente joven, ha utilizado toda su experiencia y los mejores componentes para desarrollar un producto de lo más redondo. Recordemos que llega en forma de prototipo, pero no es muy descabellado que el modelo real acabe pareciéndose mucho al concepto.
Echando un vistazo a su exterior podemos intuir los pasos que seguirán sus productos en el futuro. Líneas muy sencillas marcadas por dos puntos claves: la línea horizontal que aporta simplicidad al conjunto; y la línea oblicua, que perpetúa la forma icónica de sus modelos dando una impresión de velocidad y ligereza en la parte trasera de la motocicleta.
Si seguimos con su frontal, nos encontramos con una "careta" que recuerda mucho a las motos de cross pero acondicionada para su "legalidad" en las carreteras. Un punto este marca de la casa y que modelos como el LM-S ya utilizan. Sin embargo esta tiene una peculiaridad, una pequeña pantalla LED donde al encender el vehículo podemos ver la cantidad de batería que tiene y posteriormente el modelo.
Continuando con su exterior, nos encontramos con un cuerpo carenado en el que no podemos ver ni la batería ni el motor que lo impulsa, aunque sí podemos deciros los datos técnicos de esta combinación. Es el equivalente a un motor de 125 cc, con una potencia de 10 kW y alimentado por una batería de 51,8 V.
Para transferir la fuerza del motor eléctrico al neumático, los franceses han optado por una solución nada común en este tipo de vehículos, ya que en vez de ubicar el motor directamente en la rueda trasera, han echado mano de una transmisión por correa Gates con poleas de aluminio mecanizadas. Esto en teoría, le confiere un funcionamiento menos ruidoso y maximiza la fuerza transmitida al suelo.
Su trasera se remata con una luz LED en forma de "morro de pato" y su asiento utiliza materiales ultrarresistentes extraídos directamente de las velas de los barcos. Aunque si algo llama la atención es la fibra de carbono tanto de su chasis como de su basculante trasero. Dudamos que esta solución llegue a la moto de serie pero en esta es un auténtico lujazo.
Para terminar, el conjunto se remata con unas suspensiones Öhlins diseñadas específicamente para el proyecto y unos frenos de aluminio Beringer CNC.
Como hemos visto, la compañía francesa parece que ha hecho muy bien sus deberes de cara a la electrificación de sus vehículos, presentándonos un prototipo con un diseño atractivo y fiel a su espíritu que nada tiene que envidiar a las grandes marcas.
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