Si algo queda claro, es que Honda no va a soltar el acelerador cuando se trata de motos eléctricas. Aunque no ha sido una prioridad absoluta, la compañía japonesa tiene las ideas claras: cuanto más se trabaja en algo, mejor se vuelve. Y por eso van a seguir metiéndole caña al tema.
Entre sus planes, una megafábrica en Sakura (Japón) que supondrá un antes y un después, siguiendo el mantra de la marca nipona de "cuanto más trabaja, mejor se vuelve"; aunque ahora la movilidad eléctrica presente evidentes deficiencias.
En busca de motos eléctricas divertidas
Así lo dejó caer Masatsugu Tanaka, uno de los pesos pesados de Honda, en una reciente entrevista con Motorcycle News:
"Hasta ahora, el desarrollo de baterías no ha sido nuestro tema principal, pero como cualquier tecnología, cuanto más se trabaja en ella, mejor se vuelve. Si dejamos de trabajar en ello ahora, será un punto final natural, así que lo que estamos intentando hacer es utilizar estas motocicletas casi como un medio para mejorar la tecnología de las baterías. Hay mucho más trabajo por hacer, pero creemos que podemos avanzar mucho en el futuro".
La apuesta no se queda solo en palabras. Honda ya está desarrollando nuevos modelos eléctricos que verán la luz en Europa a finales de este año.
Entre los conceptos presentados, el EV Fun Concept, un roadster minimalista, y el EV Urban Concept, un maxi scooter urbano, están abriendo el camino. Pero, ¿será posible fabricar una moto eléctrica que iguale a las de combustión? Tanaka, enigmático, respondió: "Estamos muy seguros de que las especificaciones a las que lleguemos harán que conducir la moto sea muy divertido".
Y tampoco es que se quede ahí. Para dar el salto definitivo, Honda acaba de inaugurar una megafábrica en Sakura, Japón, destinada a cambiar las reglas del juego. No es cualquier cosa. Este centro, que ocupa más de 27.000 metros cuadrados, será el epicentro de la investigación y producción de baterías de estado sólido, esas que prometen duplicar la autonomía actual de las motos eléctricas.
¿Qué tienen de especial estas baterías? Básicamente, son más seguras y eficientes. En lugar de usar un electrolito líquido, emplean materiales sólidos, lo que no solo reduce riesgos de inflamación, sino que también permite soportar temperaturas más altas. Lo importante para el usuario: más autonomía (de 500 a 1.000 km) y menos tiempo de carga, con la promesa de mejorar aún más para 2030.
Honda tiene previsto empezar la producción en masa este mismo enero de 2025, con la idea de que estas baterías revolucionen no solo las motos, sino también coches, aviones y otros vehículos eléctricos.
Aunque todavía queda camino por recorrer, Honda está demostrando que no se conforma con soluciones a medias. La combinación de su experiencia en el mundo de las motos y la apuesta por la innovación tecnológica podría ser la receta para que las motos eléctricas no solo sean prácticas, sino también emocionantes.