Para Valentino Rossi cada año la cita del GP de San Marino es muy especial, además de por la proximidad con Tavullia -su localidad natal- es un circuito en el que ha cosechado numerosos éxitos y vivido momentos especiales con los tiffosi. Sin embargo, este año no ha podido regalarles un podio a la entregada afición italiana.
Yamaha parece no estar curada de todos sus males y ayer Rossi solo pudo igualar en el GP de San Marino su peor resultado en este circuito, una séptima posición conseguida en el año 2011 durante su travesía por el desierto los dos infructuosos años en Ducati.
Hubo mejores días para Rossi en Misano
La temporada 2018 se le está haciendo cuesta arriba a Yamaha. La marca nipona encadena una racha de 22 Grandes Premios sin ganar una carrera. Sin embargo, este fin de semana era distinto, Maverick Viñales salía tercero y Valentino Rossi confesaba antes de salir a pista que intentarían recortar dos décimas para tener un buen ritmo en la carrera.
Sin embargo, con el paso de las vueltas se desvanecía la posibilidad de luchar por el podio para ambos. Además, la carrera de ayer era especialmente importante para el italiano, volvía a casa tras no disputar el GP de San Marino en 2017 por una grave fractura de tibia y peroné en su pierna derecha mientras entrenaba, y podría haber sido la perfecta ocasión para acabar con la sequía de victorias de Yamaha.
Al caer la bandera de cuadros Rossi finalizó su GP de casa con una insuficiente séptima posición, cayendo a la tercera posición de la general al ceder el segundo puesto a Andrea Dovizioso. Una tercera posición que le pertenece gracias a que Lorenzo se fue al suelo. El propio Valentino Rossi advirtió tras la carrera de ayer que es algo milagroso seguir tercero de la general y que no va a poder mantener esa posición.
Pero hubo tiempos mejores para Rossi en el Gran Premio de casa. El italiano acumula en Misano seis podios en doce años, de los cuales tres son victorias (en 2008,2009 y 2014). Unos satisfactorios números que a día de hoy están muy lejos de la realidad de Yamaha que parece no dar con la tecla para mejorar. En este sentido Valentino señaló que el problema de la M1 en Misano puede encontrarse en la configuración del motor que en la Yamaha es de cuatro cilindros en línea mientras que tanto Ducati como Honda los cilindros están dispuestos en uve.
El italiano de Yamaha también lamentaba el hecho de no haber ido tan rápido como durante la FP4 del sábado pues aun siendo la misma moto no respondía de igual forma: “Ha sido una carrera muy difícil, una gran pena no ser competitivo aquí en Misano. Esperaba más, pero por alguna razón que no entendemos fuimos muy lentos”. Además añadía que el agarre no era bueno pero no están seguros que sea por los restos de goma que las Moto2 dejan en pista pues esto solo lo sufren las Yamaha.
A tenor de lo visto en el GP de San Marino, Valentino reconoce que la Ducati se ha convertido en "la moto de referencia de la parrilla". Según el 46 desde que llegó Dall'Igna las mejoras de la Desmosedici han sido muy significativas, y la realidad es que el GP de San Marino ha estado dominado por la marca italiana, además de postularse como la única alternativa a la Honda de Marc Márquez.