Corría la temporada 2000 la última vez que Suzuki se alzó con el título de MotoGP. La situación era relativamente parecida a la actual. Había cierto vacío de poder por la ausencia del gran líder, Mick Doohan, que lo había dejado un año antes. El joven valor en alza, Valentino Rossi, demostraba maneras, pero aún no era capaz de dominar el campeonato.
Aquella vez, Kenny Roberts Jr. se apoyó en este desorden, y en las carreras en lluvia, para llevar a Suzuki a lo más alto de la antigua categoría de 500 cc. 20 años después, Joan Mir quiere aprovechar un panorama similar en cuanto a pilotos para sustentarse en los neumáticos y hacer que Suzuki recupere el cetro del motociclismo.
Fue el primer doble podio de Suzuki en MotoGP desde 2007
La Suzuki GSX-RR es la moto más radical en el cuidado de los neumáticos que se recuerda. Ninguna entiende tan bien a estos incomprendidos Michelin como la Suzuki. Las carreras de Joan Mir y Álex Rins siempre son iguales. Están ahí, a lo lejos, como dejando pasar las vueltas. Y de repente, cuando ya nadie los espera, aparecen en la pelea por el podio.
El de 2020 está siendo el mundial de los neumáticos. Los Michelin están desquiciando a la vieja guardia, comenzando por un Andrea Dovizioso que de tanto tentar a la suerte terminó en el suelo en la salida de Barcelona. Saliendo siempre tan atrás, era muy difícil que a él, que además suele tener mala suerte con estas cosas, no le hubiesen tirado aún.
Pero lo que vimos en las últimas vueltas fue dramático. Incluso el propio Fabio Quartararo sufrió un declive visceral de la goma, aunque le bastó para cruzar la meta primero. Por detrás, Pecco Bagnaia y Takaaki Nakagami recortaron más de dos segundos en apenas tres vueltas y terminaron a las puertas del podio. Lo mismo pasó con Mir, que le faltaron un par de giros para ganar.
La clave de Suzuki es su gestión de gomas. No es una moto especialmente rápida a una vuelta, pero tampoco se puede decir que su ritmo de carrera brille desde el principio. Lo vimos en Barcelona. Joan Mir arrancó muy bien y se puso quinto de salida. La carrera prometía mucho para él, pero se descolgó.
En un grupo en el que estaban las tres Yamaha y Jack Miller no pudo estar Mir, que se tuvo que conformar con verlo desde una distancia prudencial. No fue hasta que bajó el rendimiento de los neumáticos ajenos cuando Mir pudo dar caza a la batalla por el podio. Y se quedó a menos de un segundo de ganar.
Two @suzukimotogp machines on the podium for the first time since Misano 2007! 🥈🥉
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) September 27, 2020
Congratulations @JoanMirOfficial and @Rins42! We're sure that one made Chris Vermeulen and John Hopkins smile! 😎#CatalanGP 🏁 pic.twitter.com/tz96caPDwu
Si la Suzuki es la moto considerada con mejor ritmo de MotoGP no es por la velocidad, sino por la constancia. Con neumático nuevo no son capaces de seguir a las Yamaha, pero cuando la goma cae ellos se mantienen en sus tiempos. Y así cocinan a fuego lento cada podio, aunque todavía ninguna victoria.
Lo decía Joan Mir. Sin el tapón de Miller, que le hizo perder un par de segundos, podía haber ganado. Es el problema de la táctica de Suzuki, que el motor en línea les limita a la hora de desarrollar velocidad punta en las rectas. Así que cuando se encuentran con una Ducati, una Honda o una KTM en plena remontada, tienen que adelantar en el recoveco más rebuscado.
Pero están ahí. Y ya no solo Mir, sino también Rins, que parece haber retomado el pulso a la competición tras todos los problemas físicos que le ha acarreado el golpe que se dio en Jerez. Mir está a tan solo ocho puntos de Fabio Quartararo en la general y viene en racha, con cuatro podios y un cuarto puesto en las últimas cinco carreras. Falta ganar.
A favor de Suzuki juega que su moto se ha demostrado la más polivalente con diferencia. Esta fabulosa racha de resultados de Mir comprende desde el doblete de Austria hasta Barcelona pasando por las carreras de Misano. Circuitos de KTM y Ducati, otros de Yamaha. Pero todos de Suzuki.
Visto como queda esto, cuando ya parece claro que entre Yamaha y Suzuki va a estar el campeón, quizá el doblete de MotorLand sea la oportunidad marcada en rojo en el calendario para Joan Mir. Junto a la incógnita de Portimao, pueden ser las pruebas en las que mermar en las debilidades de Quartararo.
Quartararo y Mir son los únicos en mantener la velocidad y la regularidad
Sin querer decirlo, tras la carrera Mir dejó bastante claro que Quartararo era prácticamente al único que veía como rival: "Tanto él como yo estamos más o menos al mismo nivel de constancia, luego hay otros pilotos que también van muy rápido". Es decir, están los que van rápido siempre y los que solo a veces.
Por desgracia, parece que en el segundo grupo va a seguir estando Maverick Viñales. El oficial de Yamaha se volvió a ver implicado en una salida catastrófica que le metió en el tráfico. Es incapaz de adelantar, como él mismo ha reconocido, así que salvó una novena posición y de milagro. Sigue relativamente cerca en la general, pero no es regular.
A Dovizioso le falta velocidad. Estaba líder del mundial gracias a que no se había caído nunca, pero antes o después le tenía que tocar la fatalidad. Su problema no es haberse caído saliendo decimoséptimo, sino salir decimoséptimo. Con tan poca velocidad, es imposible ganar un mundial. En cuanto los que van rápidos se pongan serios, se descolgará.
"Today @FabioQ20 was clearly faster than us!" - @JoanMirOfficial 🎙️
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) September 27, 2020
Despite his late charge, the @suzukimotogp rider admits Quartararo deserved victory! 👊#CatalanGP 🏁 pic.twitter.com/UkQDWr4uCA
El que todavía podría tener algo que decir es Franco Morbidelli, que en Emilia Romana falló porque estaba enfermo pero en Barcelona ha vuelto a ser competitivo. El problema es que tiene la Yamaha del año pasado y que parece que, puestos a que gane una Yamaha del Petronas, el que tiene más apoyo y velocidad es Quartararo. Pero Morbidelli puede sorprender.
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