Con un anuncio inminente del fichaje de Aleix Espargaró por Aprilia, y Sam Lowes confirmado ya desde hace tiempo como piloto de fábrica para el 2017, ni Álvaro Bautista ni Stefan Bradl parecían tener ya hueco dentro del seno del equipo italiano. Sin embargo, Romano Albesiano no descartaba que, para el año que viene, la marca de Noale pudiese poner en pista tres motos.
Esa tercera moto sería para Álvaro Bautista y, por lo tanto, sería Stefan Bradl quien se quedaría sin asiento en MotoGP. En la categoría reina ya están todas las plazas prácticamente adjudicadas y de no haber un encaje de bolillos extraño, el piloto alemán debería buscarse una plaza fuera.
Dejando a un lado el quedarse una temporada sin correr, lo que suele ser la crónica de una muerte anunciada para el piloto, sus posibilidades pasan o bien por ir a Superbikes o volver a Moto2, donde consiguió su título. En el caso de Superbikes, sería como compañero de Nicky Hayden en el equipo Honda, si los japoneses no hacen buena la opción de renovar al holandés Michael VD Mark.
La fecha límite para la decisión por parte de Honda será antes del parón del verano, pero ni en SBK hay muchas opciones ya que Yamaha y Kawasaki han confirmado sus pilotos y Ducati quiere que Chaz Davies siga como compañero de Giugliano. Si no, ir a BMW con los equipos Milwaukee o Althea porque MV Agusta es una incógnita y el Ioda Racing cuenta únicamente con una Aprilia.
Vía | Speedweek