Qué fue de Héctor Barberá. La gran promesa fallida de MotoGP que acabó acusado de robar las motos de su propio equipo

Muchos no lo recuerdan, pero era el tercer mosquetero. A la vez que Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, un tercer joven piloto español de aquella generación disparaba la ilusión de la afición. Era Héctor Barberá, y los líos extradeportivos le han acabado convirtiendo en la gran promesa frustrada de MotoGP.

A sus 38 años, Barberá ya está apartado de las carreras de motos, pero para su legado quedan dos subcampeonatos del mundo y ser uno de los primeros pilotos que brilló con la Ducati de Gigi Dall'Igna, aunque también un tumulto de noticias fuera de los circuitos que arruinaron su carrera.

Malos tratos, positivos en alcoholemia y otros líos destrozaron la carrera de Barberá

Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y Héctor Barberá. Era el trío de jóvenes promesas españoles que deslumbraba a principios de siglo. Pero uno se quedó por el camino. La carrera de Barberá nunca cogió el vuelo esperado, y el piloto valenciano no llegó a ser campeón del mundo de ninguna categoría.

Barberá acabó tercero el año en que Pedrosa ganó su mundial de 125 cc, a solo dos puntos del subcampeonato y por delante de titanes como Lorenzo o Andrea Dovizioso. El año siguiente fue subcampeón, precisamente por detrás del italiano. Sin el título subió a 250 cc aún como gran promesa, pero su carrera se comenzó a torcer.

A Barberá se le atragantó la categoría intermedia, ganando solo una carrera en sus primeros cuatro años. Pero en la quinta temporada en 250 cc, en 2009, Héctor Barberá consiguió completar un gran año que le valió para ser subcampeón del mundo, solo detrás de Hiroshi Aoyama y delante de Marco Simoncelli y Álvaro Bautista. Era el pasaporte hacia MotoGP.

Barberá llegó a MotoGP con 24 años y en una Ducati, pero su carrera empezó a irse por el retrete por los líos extradeportivos. En 2012 le retiraron el carnet durante dos años y dos meses por conducir triplicando la tasa de alcohol, lo que también le acarreó una condena de diez meses de cárcel y una multa de 3.600 euros.

Un año después, tanto él como su pareja fueron condenados a seis meses de cárcel por malos tratos durante la Feria del Caballo de Jerez, después de una denuncia del hospital donde su pareja terminó ingresada. Unos meses después, la Guardia Civil detuvo a Barberá conduciendo un Maserati sin carnet.

Mientras tanto en pista los resultados de Barberá eran decentes, pero nada brillantes. Fue pasando por todos los equipos satélites de Ducati, de Aspar a Pramac y después a Avintia, pero en ninguno hubo un brío especial. Su gran oportunidad llegó en 2016, cuando Andrea Iannone se lesionó en plena gira asiática.

Con el italiano fuera, Ducati necesitaba un sustituto para su equipo oficial. Y tiraron de Barberá. El valenciano se sintió ducatista por un día hablando con Gigi Dall'Igna, aunque la cosa no salió demasiado bien, ya que Barberá no puntuó en ninguna de las dos carreras. Curiosamente, en la siguiente prueba, en Sepang, de vuelta a Avintia, rozó su única podio en MotoGP.

En 2018, tras ocho años sin pena ni gloria en los equipos satélites de Ducati en MotoGP, y sin hacer ni un solo podio, Barberá dio un paso atrás. Regresó a Moto2 con Sito Pons, pero la aventura duró poco: le volvieron a pillar conduciendo borracho un Audi RS6, y Pons le rescindió el contrato inmediatamente. Adiós a MotoGP.

Barberá, acusado de robar su propia Yamaha R6 en Supersport

Fuera de MotoGP la polémica no abandonó a Barberá. Quizá lo más surrealista es lo que le ocurrió en 2019, en su primer año en Supersport. En la tercera carrera, la de Aragón, su equipo, el Team Toth, le acusó de haber robado su propia moto por la noche. La Guardia Civil buscó la moto por todo MotorLand, pero no la encontró.

Tras solo dos carreras, Barberá y su equipo habían tenido ya bastante encontronazos y el clima de tensión era palpable. Pero la gran sorpresa fue cuando al llegar a MotorLand el domingo por la mañana no estaba la Yamaha R6 en el garaje, y en el equipo sostenían que Barberá la había robado por la noche.

La aventura de Barberá en Supersport fue corta, y también en el mundial de Superbikes, donde llegó a correr un par de carreras. En 2020 dio el salto al BSB, el nacional británico, y también se pasó un par de temporadas corriendo en MotoAmerica con una BMW S 1000 RR. Pero a mediados de 2023 Barberá dijo adiós.

Con una última polémica, porque las autoridades andorranas llegaron a declarar en busca y captura a Héctor Barberá por presunta estafa y falsificación documental en la compra de una Mercedes Vito. Un colofón por todo lo bajo para la carrera del enfant terrible de MotoGP, y una de las grandes promesas frustradas del motociclismo.

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