Ahora que ya ha pasado la Noche Vieja y que estamos haciendo la digestión de Año Nuevo es momento de echar la vista atrás y mirar qué ha ocurrido en el mundo de la moto durante los 12 meses que nos han pasado volando casi sin darnos cuenta.
En estos 365 días hemos tenido de todo, desde la eclosión de los patinetes eléctricos hasta carreras de infarto, pasando por sucesos inexplicables y una cierta desazón en lo que se refiere a las motos eléctricas. Acompáñanos a hacer una review a algunos de los temas más trascendentes de 2018.
La disrupción de Indian
Dentro de un panorama donde todo es aburrido dicho por alguien tan relevante en el mundo de la moto como Edgar Heinrich, director de diseño de BMW Motorrad, la llegada de ideas frescas es un factor que no podemos pasar por alto, ni mucho menos.
Después de haber renacido bajo el paraguas del grupo Polaris, la legendaria firma Indian fundada en 1901 lleva una ascensión meteórica recuperando modelos nuevos e icónicos fieles a su estilo custom de estilo oldschool pero con una tecnología del siglo XXI, pero su ambición llega mucho más lejos que eso.
Las nuevas Indian FTR1200 son un signo inequívoco de una marca inconformista. Quieren revolucionar su concepto y para lograrlo se han basado en una moto con la que han derrocado la hegemonía de Harley-Davidson en el AMA Flat Track y la han llevado a la carretera con un motor inédito de 121 CV, chasis derivado de carreras, un reparto de pesos nunca visto en la marca y parte ciclo digna de moto deportiva.
Sin duda se trata de la moto más ambiciosa de la marca americana. Una propuesta que actualmente carece de competencia directa en el mercado y que estamos deseando conocer de primera mano, pero que sobre todo abre un nuevo camino en una compañía con mucho que decir en el mundo de las dos ruedas.
La reacción de Harley-Davidson
Es más que obvio que Indian está apretando las tuercas a su rival histórico. Harley-Davidson lleva varios años perdiendo cifras de ventas y la presión de Indian les ha servido de revulsivo para reaccionar, tanto en su cada vez menos monopolizado mercado interno como en el resto de mercados del mundo.
La reacción de la firma de Milwaukee se ha hecho pública esta temporada. Llegará en 2019 por fin la primera gran moto eléctrica de una marca tradicional, la Harley-Davidson LiveWire. Una moto eléctrica que tiene una pinta sublime y que pone la piedra angular del cambio que la marca necesita para poder seguir acumulando aniversarios (este año han cumplido 115 años).
Además de la LiveWire, Harley-Davidson también ha adelantado la llegada de una moto de corte maxitrail y una streetfighter, ambos modelos pertenecientes a segmentos en los que los de Milwaukee nunca han estado presentes, pero también el desembarco de modelos custom modernizados y motos eléctricas más pequeñas, a escala de la LiveWire.
Todo este proyecto de futuro pasa además por externalizar parte de su producción. Una externalización forzada que llevará a Harley-Davidson a producir en Europa las unidades destinadas al viejo continente para no asumir los aranceles propuestos por Bruselas como consecuencia de la guerra comercial desatada por Donald Trump. Un ejemplo de irresponsabilidad de un Presidente que no dudó en llamar al boicot contra la firma americana.
Los duelos que nos perdimos en MotoGP
Saltando al plano deportivo, esta temporada 2018 nos ha dejado con el séptimo título mundial de Marc Márquez, pero ha habido mucho más. Esta temporada la ha protagonizado la tensión vivida en pista en duelos que han poblado las carreras a lo largo de todo el año.
A los esperados combates cuerpo a cuerpo entre Marc Márquez y Andrea Dovizioso también se unió el renacimiento de Jorge Lorenzo a lomos de la Ducati Desmosedici GP18. Una moto complicada que comenzó a dominar súbitamente con la llegada de un depósito sobredimensionado y con el que de inmediato se llevó dos victorias seguidas: GP de Italia y GP de Catalunya. Otra victoria en Austria y el podio de Brno nos devolvieron al mejor Lorenzo.
Por desgracia para todos los aficionados, el GP de Aragón truncó la progresión del 99 con una lesión que tuvo réplica en Tailandia. Dos eventos que marcaron el final de la relación entre Lorenzo y Ducati con cinco ceros consecutivos entre Aragón y Malasia.
Pero sobre todo, lo que hay que lamentar de este final de temporada fue saber que cuando Lorenzo tuvo por la mano su GP18 podría haber sido un animador extraordinario en los duelos durante la segunda mitad de temporada. Una pena.
La paradoja de Romano Fenati
Posiblemente el curioso caso de Romano Fenati sea uno de los eventos que reflejan la peor cara del motociclismo. El Gran Premio de San Marino se vio ensombrecido por la inaceptable maniobra de un Fenati que apretó la maneta de freno de Stefano Manzi en plena recta a más de 200 km/h.
La actuación de Romano Fenati encolerizó al paddock y convirtió las redes sociales en un hervidero de opiniones en contra del díscolo piloto ex-VR46, a excepción de Héctor Barberá. Un paddock que en 2019 se tendrá que comer de nuevo su orgullo porque se ha decidido que este piloto tenga una tercera oportunidad en su carrera deportiva.
El contrato de Fenati con MV Agusta para 2019 fue rescindido de inmediato, la Federación Italiana de Motociclismo le retiró la licencia y también se rescindió el contrato por lo que restaba de temporada 2018 con el Marinelli Snipers, aunque aquello fue puro teatro. La reacción de su por entonces equipo actual fue fruto de la presión mediática.
Tanto la Federación Internacional de Motociclismo han hecho lo que han podido para que Romano Fenati vuelva al mundial hasta que finalmente el propio equipo Marinelli Snipers le hará un hueco ya sea en Moto2 o en Moto3, desplazando a los pilotos que ya tenían un acuerdo con la estructura si fuera necesario. Y mientras llega 2019, Fenati ha seguido aumentando su historial complicado tras otro encontronazo con la policía italiana.
Los patinetes eléctricos
La movilidad urbana es otro de los grandes eventos de este 2018, para bien y para mal. Los patinetes eléctricos han sobrepasado su estatus de moda pasajera y han desbordado a las grandes ciudades españolas, dejando a empresas, usuarios, consistorios y administraciones públicas en fuera de juego.
Es innegable que con unos núcleos urbanos que cada vez están dando la espalda con mayor celeridad a los vehículos de combustión hay que buscar alternativas y los patinetes eléctricos son una alternativa muy válida para este propósito. A cambio presentan unos retos normativos, sociales y de seguridad que no son precisamente menores.
La ausencia de un espacio propio para los patinetes eléctricos y el limbo normativo en el que se mueven actualmente provoca que haya usuarios que hacen un uso incorrecto de estos Vehículos de Movilidad Personal (VMP). En el mejor de los casos no será hasta mediados de 2019 cuando la DGT pueda aplicar la reforma del Reglamento de Vehículos con la que regular el uso de estos medios de transporte.
Por desgracia en este 2018 hemos tenido que lamentar tres muertes relacionadas con el uso de patinetes eléctricos, todas debidas a un uso incorrecto: una mujer cayó de la acera a la calzada usando un patinete eléctrico y fue atropellada, una anciana de 92 años fue atropellada por dos jóvenes montados en un patinete eléctrico en la zona peatonal de una rambla y el último ha sido un hombre que chocó frontalmente con su patinete eléctrico contra un coche en una carretera comarcal.
La interminable espera por las motos eléctricas
A excepción de Harley-Davidson con la LiveWire, BMW con el C-Evolution, la Vespa Elettrica y algunos pocos ejemplos puntuales más, las grandes marcas de motos siguen impasibles al cambio. La transición hacia los vehículos eléctricos es inevitable, pero no es un mensaje que parezca estar calando demasiado.
Las grandes marcas de motos parecen estar actualmente más centradas en ver qué pasa con la normativa Euro 5 que en teoría llegará en 2020, estirando sus tecnologías actuales con la renovación de modelos con mecánicas de combustión ya conocidas. Una calma tensa con ciertos tintes de conformismo.
Con las firmas tradicionales esperando que sea un cambio impuesto e inevitable, las pequeñas start-up nos bombardean casi a diario con propuestas supuestamente innovadoras, basándose principalmente en modelos de scooter urbanos de corte asequible y nulo interés emocional (y muchas veces son básicamente vapor). El papel innovador lo han asumido iniciativas microscópicas en relación de quienes realmente tendrían que haber tomado la iniciativa.
En el mundo de las motos la pasión es un factor determinante y eso parece no estar dentro de los planes de desarrollo de las marcas. Cuanto más tarden en lanzarse a este mercado más complicada será su aceptación por parte de la sociedad y más perderemos el elemento pasional. Veremos si en 2019 esta tendencia cambia.
La moto reivindicándose en las ciudades
Para acabar con esta review al año 2018 nos gustaría reivindicar el papel de la moto en las ciudades. Madrid y Barcelona son las dos grandes referencias para el mercado nacional de las dos ruedas, y ambas parecen haberse posicionado en contra de la moto como elemento de movilidad.
Con una fuerte cultura urbana sobre dos ruedas, estas dos ciudades han impulsado normativas que dejan a las motos fuera de prácticamente cualquier exención en sus restricciones al tráfico para los vehículos de combustión interna.
Este desaguisado se ha provocado a todos los niveles, comenzando por un etiquetado medioambiental deficiente en el que se ha considerado a las motocicletas como vehículos tan contaminantes como los coches, sin tener en cuenta su contribución a la movilidad al reducir los tiempos de desplazamiento, ocupar menos espacio tanto en movimiento como al estacionarse y ser vehículos de alta ocupación (mínimo un 50%).
Pese a ello las motos siguen ahí, como protagonistas en las grandes ciudades y, además, reclamando su espacio en éstas. Los motoristas se han echado a la calle y abordaron las calles de Barcelona con más de 3.000 manifestantes en moto y con una réplica en Madrid donde se sobrepasaron los 7.000 participantes.
Con todo esto, te deseamos de nuevo un Feliz Año 2019. Que este año que acaba de empezar nos augure carreras aún más emocionantes y sanas, un cambio en la movilidad a mejor que tenga en consideración a las motos y que las marcas nos sigan bendiciendo con modelos que nos emocionen, ya gasten gasolina o kilowatios.