Había mucha expectación por saber qué iba a pasar cuando Marc Márquez se subiese a la nueva Honda de MotoGP, y de momento el resultado ha sido bastante decepcionante. Márquez acabó en la decimotercera posición del test de Valencia, y las sensaciones no han sido nada buenas con la nueva montura.
El propio Márquez no ha dudado en explicar ante los micrófonos de la prensa después del test que no está nada satisfecho con la nueva moto, y lo ha hecho de una forma muy gráfica. Pero lo peor no ha sido eso, sino que han terminado antes de tiempo porque no había muchas cosas nuevas que probar.
Márquez probó nuevo chasis, motor y aerodinámica, con nulos resultados
"Cuando me sale sonreír, sonrío. Pero cuando esperas a los Reyes Magos y no hay regalo no sonríes tanto", decía Márquez de una forma muy gráfica. La nueva Honda RC213V, que parece muy inspirada tanto en la Ducati como en la Aprilia, no ha convencido tampoco al piloto catalán, cuyos tiempos apenas mejoraron.
Márquez contaba que la nueva moto sí mejora puntos débiles de la anterior, pero a costa de debilitar lo que sí funcionaba: "Hemos probado un nuevo motor, un nuevo chasis y una nueva aerodinámica, pero los tiempos no acaban de salir, no varían mucho de una a otra. Con una moto te salen de una manera y con la otra de otra manera".
"Hemos de trabajar mucho durante este invierno si queremos luchar por el mundial el próximo año. No hay que dar un paso, tenemos que dar dos", seguía contando Márquez tras el test de Valencia. Ahora MotoGP para hasta el mes de febrero, cuando las motos volverán a rugir en Sepang, pero el trabajo en fábrica continúa.
Eso sí, no todo ha sido negativo para Márquez. El octocampeón se queda con lo positivo, empezando por que "hacía tiempo que no veía tantos japoneses dentro del box. Esto ya es un paso. Había gente, había ingenieros escuchando el comentario directo del piloto. Además, ha habido una moto nueva".
"Hemos tenido las cosas justas para probar, por eso hemos acabado pronto, porque dar vueltas por rodar para mí no tiene sentido", matizaba Márquez, que aprovechaba para dejar un último recado: "Quiero que trabajen más, quiero que lo prueben, como lo están haciendo". La espada de Damocles sigue pendiendo sobre la cabeza de Honda para 2024.
En definitiva, Marc Márquez no se ha ido nada contento de Valencia, todo lo contrario de su hermano, Álex Márquez, al que no le cabía la sonrisa en la boca. Cuestión de perspectivas.