Muchas vueltas, muchas novedades técnicas y el mismo espíritu de superación. Marc Márquez ha cerrado los últimos test de pretemporada 2018 del Campeonato del Mundo de MotoGP quizá sin deslumbrar con su séptimo puesto, pero sí muy contento con las sensaciones.
El principal objetivo Márquez durante todos los test de pretemporada ha sido conseguir un buen ritmo de carrera más allá de marcar una vuelta rápida. Sólo el último día de test en Valencia y el segundo de Buriram se ha colocado en lo alto de la tabla, pero para él esto es lo que menos le importa.
"Tenemos buen ritmo de carrera y eso es lo que quería"
El dorsal 93 está muy satisfecho con cómo han ido las cosas este invierno. "Ha sido una temporada muy positiva", aseguraba el de Cervera tras acabar séptimo en Catar, una posición que no le preocupa lo más mínimo porque en tandas largas ha conseguido ser el piloto más competitivo de toda la parrilla. "Estoy contento porque hemos mejorado ritmo. Quizá hayamos perdido potencia a una vuelta pero estamos más fuertes en ritmo de carrera que es lo que buscaba".
Márquez reafirmaba su competitividad en simulacros de carrera al estabilizar sus tiempos en 1:55 bajos y 1:54 medios de manera constante; "era lo que buscaba conseguir con neumático usado para poder estar cerca de las Ducati con los mejores ritmos", señalaba. Y es que a Márquez normalmente Losail no es un trazado que se le dé especialmente bien, por eso ha tenido muy claros sus objetivos.
Las buenas sensaciones del piloto de Honda confirman que por primera vez durante los últimos años han podido trabajar en ser competitivos para cuando se apaguen los semáforos en lugar de solucionar los problemas que habitualmente se han encontrado en pretemporada. Este año la RC213V es una moto mucho más capaz desde el principio, el motor es más potente que antes y, además, transfiere la energía al suelo de manera mucho más efectiva, con tracción.
Aún así Márquez y su equipo siguen probando diferentes soluciones. El nuevo motor condiciona el funcionamiento de toda la moto, por lo que en total ha rodado el último día 75 vueltas (el que más la tercera jornada, 181 vueltas en total) buscando entender cómo funciona el prototipo de 2018. "Tienes que ir con tacto. Tienes que tener mucho tacto porque el nuevo propulsor es un poco agresivo", comentaba entre risas.
Después de los test de Catar los equipos tienen que definir qué motor van a utilizar para que su desarrollo se congele durante toda la temporada. A partir de ahí no se podrán introducir novedades pero en Honda ya tienen la decisión tomada y Márquez espera que a lo largo del año puedan ir afinando su funcionamiento con pequeños ajustes.