Fabio Quartararo llegó a MotoGP con la vitola de ser el antiMárquez, el piloto llamado a terminar con la tiranía del español. Sin embargo, en estas últimas carreras de la temporada 2019 está pareciendo todo lo contrario. Quartararo ha terminado su proceso de formación y ya está listo para ganar carreras, pero Márquez se lo impide.
En Motegi el piloto francés volvió a demostrar que ya es el mejor del resto, fue el único capaz de incordiar a Márquez e incluso por momentos parecía que de verdad le podía ganar. Pero el campeón está en su mejor momento, Márquez quería regalarle a Honda el título de marcas en casa y no dio opciones.
Cuatro segundos puesto de Quartararo, en todos batido por Márquez
Quartararo queda en un momento delicado en el que no debe obsesionarse. Ganar una carrera en su primera temporada era un objetivo que quedaba fuera de su hoja de ruta antes de empezar, pero ahora parece que si Quartararo no se impone en una de las tres que quedan será un pequeño fracaso.
Y nada más lejos de la realidad. Su temporada está siendo portentosa. En Motegi no solo hizo su sexto podio del año, sino que garantizó matemáticamente el premio de novato del año. Mal se le tendría que dar para no ser también el mejor independiente, ya que le saca 38 puntos a Jack Miller. Y, de paso, ya va por delante de Valentino Rossi en la general.
El siguiente objetivo es entrar en el top cinco de la general de MotoGP, y es algo que no está tan lejos. Quartararo va sexto, pero tiene a tan solo seis puntos a Danilo Petrucci, que además anda en plena crisis. Si le supera, los cinco primeros clasificados del mundial de MotoGP serán de cinco equipos diferentes, lo que habla de lo igualada que estaría la categoría de no ser por Márquez.
Porque el campeón va camino de pulverizar todos los registros en 2019. En Motegi consiguió uno de esos pequeños hitos que le faltaban, el de hacer la pole en Japón. Suma 350 puntos, solo 17 menos de los que hizo en Casey Stoner en 2007, el récord absoluto de MotoGP. La media es de 21,8 puntos por carrera, un ritmo demencial que sería aún mayor sin la caída de Austin.
Ante este recital, al resto solo le quedan las migajas. Andrea Dovizioso rescató un podio que prácticamente le garantiza su tercer subcampeonato consecutivo, pero la Ducati va en franca involución. En Motegi era claramente más lento que las Yamaha y solo su gran velocidad punta le salvó de perder el cajón contra Maverick Viñales.
Victory number 10 of 2019 and number 54 in the premier class
— MotoGP™ 🇯🇵 (@MotoGP) October 20, 2019
🥇 - @marcmarquez93
🥈 - @FabioQ20
🥉 - @AndreaDovizioso#JapaneseGP 🇯🇵 pic.twitter.com/R2pRjlk0Yd
Precisamente el piloto español está completando una segunda mitad de temporada muy sólida, creciendo en la sombra y cogiendo una buena posición para luchar por el título en 2020. La próxima temporada de Viñales será clave, porque en Yamaha está en tierra de nadie, atrapado entre la juventud de Quartararo y los galones de un Valentino Rossi que no descarta renovar.
'Il Dottore' completó en Japón otra de esas carreras para olvidar que estamos viendo con demasiada frecuencia esta temporada. Fue la peor Yamaha en cuanto a ritmo, pero es que acabó besando el suelo cuando luchaba por ser décimo. Ya va séptimo en la general y si le supera Miller, que está a 20 puntos, será el peor resultado de su carrera en la general de MotoGP.
Por detrás, los problemas habituales de Suzuki para clasificar arriba le pasaron factura a Álex Rins, que tuvo buen ritmo en carrera pero solo pudo remontar para ser séptimo. Además, los de Hamamatsu estuvieron en el foco de la polémica por probar de forma encubierta el motor de 2020, algo que está terminantemente prohibido, con Sylvain Guintoli durante los entrenamientos libres.
En cuanto a Jorge Lorenzo, la situación ya no da más de sí. El balear se mostró satisfecho con el chasis que probó durante los entrenamientos libres, lo montó en la carrera y funcionó. Seguramente Lorenzo hizo su mejor Gran Premio desde que volvió de la lesión, y aún así se quedó decimoséptimo y a 40 segundos de la victoria.
Y esto en un fin de semana en el que las Honda, más allá de Márquez, funcionaron bastante bien. Cal Crutchlow terminó quinto, el mejor resultado después del verano. A partir de Australia llegará Johann Zarco para ponerse a los mandos de la Honda y será una odiosa comparación más para Lorenzo, ya que por mucho que diga Alberto Puig en la fábrica del ala dorada no perderán de vista los progresos del francés.
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