La vergonzosa decisión de los comisarios de MotoGP después del Gran Premio de los Países Bajos sigue trayendo cola. Después de toda una temporada haciendo la vista gorda ante maniobras similares, en Assen decidieron sancionar a Fabio Quartararo, el líder del mundial, por su incidente con Aleix Espargaró.
La indignación de Quartararo y Yamaha no ha bajado. Al contrario, cada día que pasa se intensifica. La propia marca de Iwata ha lanzado un comunicado expresando rotundamente su malestar, y su intención frustrada de apelar, mientras que Quartararo también se ha referido en términos muy duros a Dirección de Carrera.
"Las acciones de otros pilotos son 'incidentes de carrera', pero lo mío fue demasiado peligroso"
De hecho, el nivel de indignación en Yamaha es tal que querían apelar la decisión ante el TAS, pero el reglamento de MotoGP está formulado de tal forma que no es posible legalmente rebatir las decisiones del panel de comisarios. Más que jueces, son dioses protegidos e inapelables. Así que Quartararo tendrá que cumplir con la torticera sanción.
"Quartararo tiene la reputación de ser un piloto limpio, sin un historial de incidentes anteriores. Fue un error honesto sin intención maliciosa. Se está midiendo con criterios inconsistentes y subjetivos", señala Yamaha en su comunicado. Lo que más molesta en la marca de los diapasones es la sensación de que se ha ido a por ellos.
No escuece tanto la sanción, ya que confían en que Quartararo puede ganar en Silverstone aún con ella, como los infinitos precedentes que se fueron de rositas. Algunos tan grotescos como el de Jack Miller chocando a propósito contra Joan Mir en plena recta de meta. Sin ir más lejos, en Barcelona ni el propio Takaaki Nakagami entendía no tener sanción.
La aversión de los pilotos de MotoGP contra los comisarios, liderados por un Freddie Spencer que cada vez demuestra más que le queda muy grande el puesto, viene de lejos. Después de la carrera de Barcelona alcanzó el culmen, y esta decisión contra Quartararo, un piloto que goza del respeto de todos sus rivales, empezando por el propio Espargaró, echa más leña al fuego.
El propio Quartararo fue uno de los más duros entonces, y quizá ahora ha recibido su venganza. Pero, una vez más, el campeón no se ha mordido la lengua: "La próxima vez no intentaré adelantar, ya que para los comisarios parece que eso es demasiado ambicioso". Da donde duele 'El Diablo', habida cuenta de la sequía de duelos que atraviesa MotoGP.
"Las acciones de algunos pilotos se catalogan como 'incidentes de carrera', pero se ve que la mía ha sido demasiado peligrosa", insinúa Quartararo con ironía. Aunque remata sacando todo su sarcasmo: "Felicidades a los comisarios por el increíble trabajo que hacen". Así está el patio antes de las vacaciones de MotoGP.