La segunda cita del Campeonato del Mundo de Motociclismo 2019 nos dejó claro quién es el gran favorito para revalidar el título de MotoGP. Marc Márquez tenía mucho que reivindicar y otro tanto que olvidar, y salió con el colmillo afilado dispuesto a dejar claro que sigue con hambre, que haber ganado cinco de los últimos seis mundiales no le va a frenar.
Lo malo fue lo evidente, su exhibición quitó toda la emoción de la lucha por la victoria, aunque eso no quiere decir que la carrera fuese aburrida. La pelea por las posiciones de podio, con un grupo de siete pilotos, estuvo vibrante, con un Valentino Rossi llevado en volandas por una afición argentina que le adora.
La victoria más amplia de la carrera de Márquez
Marc Márquez tenía mucho que reivindicar. En la semana del deflector de Ducati, en la que prácticamente se había elevado a Gigi Dall'Igna a la categoría de genio de la aerodinámica y a la Desmosedici GP19 en una moto invencible, Márquez ha conseguido la mayor victoria de su carrera en MotoGP. 9,8 segundos que pudieron ser más si el español no se hubiese dedicado a conservar y saludar en las últimas vueltas.
Y tenía mucho que olvidar. Sobre todo en Termas de Río Hondo, donde el año pasado protagonizó una desafortunada actuación que le dejó fuera de los puntos en una carrera en la que tenía el ritmo más alto. Esa tarde Marc Márquez se fue del circuito abucheado por algunos fans argentinos, que ayer se tuvieron que rendir ante la evidencia de un grandísimo campeón.
El piloto de Repsol Honda tenía un segundo de ventaja en la primera vuelta, cuatro en la cuarta y así fue creciendo la ventaja, en torno a las nueve décimas por giro hasta que se plantó en torno a los doce y se dedicó a administrar la carrera y evitar sus como el que se llevó en el WarmUp, por un fallo en la cadena.
Márquez dominó en uno de sus circuito fetiches, y la mala noticia para sus rivales, y también en parte para el espectáculo, es que vamos directos a otro. El de Austin, el denominado circuito de Las Américas, es el templo del marquismo. Seis poles y seis victorias en seis carreras. Un dominio absoluto que, salvo sorpresa enorme, se puede repetir en 2019.
Valentino Rossi rejuveneció en Argentina
Por detrás, la lucha por la segunda plaza se dirimió en un grupo de siete pero solo dos tenían el ritmo para lograrlo. Valentino Rossi estaba inspirado, agresivo, crecido por una grada que le volvió a acoger como uno de los suyos. Andrea Dovizioso quería la segunda plaza que le mantendría en el liderato del mundial, pero tuvo que ceder ante un Rossi sobremotivado.
La misión de Dovizioso en estas dos carreras es clara. Minimizar el daño que harán las dos previsibles victorias de Márquez y seguir cerca en la pelea por el mundial. Ya llegará Europa con circuitos que se adapten mejor a las virtudes de la Ducati. De momento, Dovizioso pasó con nota el envite en Termas de Río Hondo y subió a un podio que no estaba tan claro antes de empezar.
Muy preocupante es la situación de Maverick Viñales. El catalán otra vez clasificó bien y de nuevo se quedó clavado en las salidas. Sigue sin tener ritmo en las primeras vueltas y se ve muy superado por Rossi en carrera. Sí, la Yamaha tiene muchos problemas de tracción y eso lo paga un piloto como Maverick, pero su rendimiento deja bastante que desear, ha firmado su peor arranque de mundial desde que está en Yamaha y algunos ya dudan sobre la seguridad de su asiento.
Otro sobre el que se lleva dudando todo el año es Danilo Petrucci, aunque en Termas de Río Hondo estuvo más sólido. En un circuito que no le va a la Ducati, se mantuvo en el grupo del podio, combativo, y al menos rescató un sexto puesto que le da puntos valiosos al equipo. Su verdadero valor como piloto de los de Panigale se verá cuando lleguen las carreras favorables y tenga que echar una mano a Dovizioso.
Digno de aplauso fue el papel de Álex Rins. Las dos Suzuki quedaron fuera de la Q2 por unos malos entrenamientos libres, pero el piloto español se puso el mono de faena y completó una remontada antológica, desde la decimosexta posición hasta la quinta, y consiguiendo reengancharse al grupo del podio, al cual le había perdido la pista tras la salida. Mucho ritmo de nuevo para Rins en Termas.
Por último, de nuevo frustrado Jorge Lorenzo. El nuevo piloto de Honda consiguió meterse en la Q2 sin pasar por la primera ronda de la clasificación, lo que parecía un buen avance, pero la carrera fue un desastre. El mallorquín activó por error el limitador de velocidad nada más apagarse el semáforo, quedándose último. Tuvo que remontar, pero un problema en la empuñadura le dificultó más aún la misión. Al final, duodécimo y gracias a las caídas de delante.
La polémica salida de Cal Crutchlow
La polémica de la carrera fue la salida de Cal Crutchlow. Dirección de carrera decidió penalizar al británico con un ride through por adelantarse a los semáforos, algo que el propio Crutchlow no acepta y que, con el vídeo en la mano, parece muy discutible. El movimiento de la Honda sobre la parrilla es mínimo, y parece consecuencia lógica del ejercicio de equilibrio que está haciendo el piloto con los pies.
Crutchlow estaba en el grupo de cabeza pero tuvo que irse a la zona trasera por una penalización muy rigurosa, por más que MotoGP haya tratado de explicarla. Lo peor es que el propio Crutchlow decía que no sabe si a Márquez, Rossi o Dovizioso le habrían sancionado por lo mismo. Una duda muy razonable y que hace a uno reflexionar.