Alberto Puig carga contra Kevin Schwantz tras las declaraciones del americano

Kevin Schwantz:
"A Dani no le falta de nada, tiene demasiado, como Alberto Puig. Necesita alcanzar otro nivel. Me gusta Dani pero después de ocho años en Honda no ha ganado nada. Me gustaría que demostrara que estoy equivocado pero no creo que lo haga."

Y aunque Dani Pedrosa también ha contestado, no ha sido tan duro con el piloto tejano como lo ha sido Alberto Puig en la carta que ha publicado en el diario El Mundo. Alberto no sólo ha sacado un buen puñado de números en favor de la calidad del piloto de Honda sino que hace varias observaciones acerca de su conquista del título de campeón y cuenta, ya de paso, algunas anécdotas de los 90. No tiene desperdicio.

En respuesta a las declaraciones que realizó el señor Kevin Schwantz durante el pasado Gran Premio de Las Américas con referencia a Dani Pedrosa, creo justo dar mi opinión sobre el asunto, ya que hace alusión a mi persona. Desde el punto de vista deportivo, me limitare única y exclusivamente a las estadísticas y a la hemeroteca, así que estaremos hablando de datos objetivos 100%, no de opiniones o pensamientos de alguien que años atrás estuvo aquí. El señor Schwantz dijo textualmente que en «ocho años Pedrosa no había ganado nada». Bien, vamos a analizarlo. Para empezar, tengamos en cuenta que Dani tiene, de momento, tres títulos mundiales (uno en 125cc y dos en 250cc) por uno de Schwantz en 500cc. No tengo la menor duda, porque he sido piloto de 500cc, de que el título de 500cc es mucho más importante, cierto, pero lo que tampoco se puede hacer es desmerecer esos tres títulos logrados por Dani. Por Dani y por todos los pilotos que a lo largo de la historia del Mundial han conseguido títulos en estas categorías. Todos ellos fueron, seguro, unos grandes campeones, sin importar la cilindrada en la que lo consiguieron. Y todos merecen un respeto. Por citar algún dato, podríamos decir que Pedrosa tiene un total de 45 victorias en Grandes Premios, mientras que el tejano 25 (casi el doble). De esas 45 victorias de Dani, 22 han sido en la clase reina. Añadir también que Pedrosa tiene en su haber 113 podios –72 en MotoGP por 51 de Schwantz– y 55 vueltas rápidas (35 de esas 55 en MotoGP) –por 26 de Schwantz–. Si nos remitimos a los datos –claramente a favor de Pedrosa–, decir que Dani no ganó nada en ocho años es propio de alguien que no sabe lo que dice y sobre todo, que es muy poco respetuoso. Pero aún así, señor Schwantz, le voy a dar algo de razón, Dani todavía no ha ganado el título de títulos, cierto. Pero en ello está, y está a pesar de las muchas adversidades con las que se ha encontrado en su carrera; y me refiero a lesiones. Le recuerdo que usted hizo las maletas y se fue para casa porque tenía muy mal su muñeca. Pues este piloto tiene mal casi todo el cuerpo y sigue dándole al gas. Sr. Schwantz, Dani no ha ganado este título todavía, pero deje que le diga una cosa que no le va a gustar, y se la voy a decir por su prepotencia y porque es así como sucedió. Usted sí tiene ese título (tardó ocho años en lograrlo desde su primera carrera en el 86), pero lo ganó únicamente porque Wayne Rainey se accidentó en Misano y tuvo que dejar de competir ese año. Si no, usted no gana ese título. Fue usted un gran piloto, súper espectacular también, pero remitiéndome a los resultados, siempre estuvo a la sombra, primero de Eddie Lawson, y después permanentemente a la de Rainey, de manera constante. Así que no alardee tanto de campeón, que le fue justito ese título. En cuanto al tema que comenta de que Dani necesitaría haber crecido sin nadie a su lado –se referirá a mí–, recordarle que en la época de los ‘80 y ‘90, era curioso ver su manera de funcionar, ya que mientras la mayoría de jóvenes viajábamos por Europa y por el mundo como podíamos, siempre con algún amigo o acompañante, usted no daba un paso sin tener a sus padres (a los dos) a su lado. Era atípica en aquel momento esa manera de funcionar, daba la imagen de niño mimado que necesita a los papas todo el día cerca. Según sus palabras en referencia a mi persona, entonces, ¿se podría interpretar que de no haber tenido a sus padres a su lado, protegiéndole, hubiera conseguido más títulos? Reflexione usted, señor Schwantz. Al margen de esto, decirle que desde que me retiré de la competición he trabajado duro en la promoción de pilotos, básicamente con Pedrosa, pero también he ayudado y dirigido en ciertos momentos de mi carrera a pilotos como Casey Stoner, Toni Elías, Álvaro Bautista, Marc Márquez y Julián Simón. Y todos ellos, todos, han sido campeones del Mundo. Usted, señor Schwantz, tiene una escuela de pilotos en Texas hace años y ayuda a chavales con todo esto de la competición; a día de hoy, ni uno de sus pilotos ha logrado ni tan siquiera clasificarse para venir a correr a Europa. Nada de nada. O sea, en este terreno, cero éxito. Señor Schwantz, usted igual no recuerda este episodio –porque seguro que vivió muchos como este–, pero yo no tantos, así que lo recuerdo con claridad. En 1994 tuve el honor de compartir podio con usted y con Michael Doohan en Hockenheim, en aquel fascinante y brutal circuito. Doohan, a las pocas vueltas se marchó, y yo pude pelear con usted por el segundo puesto. Me batió claramente y lo hizo porque usted era mucho mejor que yo. Pero recuerdo que en aquella carrera mi Honda era más rápida que su Suzuki, y yo aprovechaba su rebufo para pasarle en las largas rectas del bosque, hasta que llegábamos a las chicanes o al estadio y ahí, en la frenada, me pasaba. Faltando unas vueltas para acabar me pasó muy fuerte en una frenada; en aquel momento comprendí que se iba a ir solo y que yo no podría seguirle, lo maldije dentro de mi casco pero al mismo tiempo pensé «joder, que tío tan bueno, como puede frenar tan tarde». Al acabar, en el podio, cuando nos felicitamos, sentí un gran respeto y admiración por usted, por un hombre que me acababa de enseñar cómo se puede frenar al límite con una moto de competición. Siento con tristeza decirle que después de leer sus declaraciones, que están llenas de faltas de respeto a un gran campeón como ha sido Pedrosa y a otros muchos hombres que lograron títulos en categorías intermedias, ese respeto que nació aquel frío día en Hockenheim ‘94 ha desaparecido por completo. Kevin, en su momento ganaste el título de 500cc, pero hasta los campeones se equivocan y deben saber rectificar cuando la ocasión lo requiere.

Supongo que Alberto y compañía no hayan malinterpretado las palabras de Kevin debido a una mala traducción, que podría pasar. Lo más normal hubiera sido haber dejado pasar unas palabras que no dejan de ser irrelevantérrimas, sin embargo Puig da la cara y saca la sangre caliente.

A pesar de todo, y sin haber escuchado esas palabras que le atribuyen a Schwantz (hay diversas traducciones y ningún audio que lo pruebe), no deja de ser una respuesta dura y efectista. Quizás estas declaraciones hayan sido la gota que ha colmado la paciencia de Alberto que, por un motivo u otro, ande algo enfadado.

Eso sí, si por estos estos roces vamos a escuchar historietas del motociclismo de la vieja escuela contada por sus protagonistas, bienvenidas sean… pero haciendo las paces, que ustedes ya son mayorcitos y no necesitan a -ningún cazalefantes- nadie para darse la mano.

Más información | El Mundo

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