Hace un par de semanas nos comunicaba Kenny Noyes a través de su twitter que, desgraciadamente, el equipo de Karlos Arguiñano le había dado la espalda tras haber tenido todo planeado para encarar la temporada de Moto2. No se han dado razones convincentes para este cambio de actitud, simplemente ha ocurrido así. Ocurría además a apenas unos días de comenzar los test y los IRTA de Jerez, la cita inicial que presenta la temporada. ¿Qué opciones hay ahora? Pocas, con tan poco margen de maniobra Kenny se está buscando la vida como puede aunque aun no sabemos donde acabará, tuvo más opciones, más ofertas de otros equipos, pero él había confiado en el proyecto de Karlos Arguiñano, quien, por cierto, ha terminado fichando a Ricky Cardús.
La temporada ha dado un giro de 360º 182º en un segundo; pasando de tener posibilidades de destacar como ha hecho y de demostrar su valía en su tercer año de Moto2 a verse, simplemente, en el paro. No es Kenny uno de esos pilotos que tras el llevan la empresa de un familiar o un patrocinador personal, es más bien uno de esos que a base de empeño, lucha e ilusión han conseguido hacerse un pequeño hueco en el duro mundo del motociclismo.
Poco después de anunciar que no tenía montura para 2012 colgaba una foto entrañable en la que adjuntaba un pequeño comentario: “Viejos tiempos; 100% sueños, 0% políticas”. En esa instantánea viajábamos hasta los Estados Unidos del año 2000, con un jovencísimo Kenny Noyes que por aquel entonces no superaba los 20 años y comenzaba su andadura en el Dirt Track. Sentado en la puerta trasera de una camioneta, con su moto delante, esperando el momento de dar gas. Claro, porque Noyes no llegó de los campeonatos de minimotos donde pequeños grandes cracks luchan mientras aprenden a hacer las primeras cuentas en el colegio. Él comenzó allí, en uno de los últimos bastiones del motociclismo de la vieja escuela.
Siguiendo aquella pista llegué a dar con un personaje que ha marcado la historia de Kenny; Dale Lineaweaver. Un tipo clásico de San Francisco que ha dedicado su vida entera al mundo de la competición pero, ante todo, al dirt track. Fue a él a quien Dennis recurrió allá por 1999 buscando una oportunidad para su hijo en el mundo del barro. Como en los viejos tiempos, cargados de ilusión y ganas Dale formó equipo para tomar partida en la siguiente temporada a escala nacional. El objetivo, por entonces, era simplemente hacerlo lo mejor posible, sin grandes metas.
Contaba Lineaweaver con el apoyo de fábrica de Husaberg, un chasis artesanal y un motor de 400cc. El resultado no fue otro que el título de Formula Pro Singles en el año de se debut frente a pilotos refenrencia en Flat Track como J.R. Schnabel o Bryan Smith . Kenny dejaba con la boca abierta no sólo a la afición, a los contrincantes y a todo el equipo, sino que se sorprendía a si mismo. No era de extrañar, los medios de los que disponían eran más bien escasos, viajando de una punta a otra de Estados Unidos en una caravana y haciendo frente a algunos de los peores momentos de su carrera.
No fue nada fácil. En el circuito de Peora TT Kenny salió por orejas acabando en el hospital donde le aseguraban que lo más probable es que no pudiera seguir compitiendo aquel año. Aquel momento fue, sin duda, el que de verdad le hizo campeón, independiente del resultado final. A pesar de las previsiones de los médicos Kenny y yo seguimos la ruta apenas tres semanas después, de nuevo en la caravana, de nuevo en busca de la victoria.
En las siguientes pruebas me di cuenta de que estaba delante de un campeón, sin tener en cuenta los resultados, las carreras, la posición en un una tabla de tiempos, Kenny es un campeón de los de antes. Apenas podía valerse por sí mismo, había que ayudarle a meterse dentro del mono y los calmantes no conseguían paliar el dolor del hombro.”
Desde el primer momento Dale quiso dejar claro que no había sido un camino de rosas, que durante el camino hubo también discusiones y momentos complicados.
Cierto día, en Springfield, Kenny salió la noche anterior llegando unas horas más tarde de lo planeado a los entrenamientos. Hice caso omiso cuando Kenny preguntó por la puesta a punto de la moto y las neumáticos de carrera. Intenté enseñarle que en un equipo todos tienen un papel que hacer, son responsables de su trabajo y no pueden permitirse cargar a los demás.
En el Dirt track te encuentras de todo. Anécdotas que quedarán en el olvido, la familia Bostrom haciendo de las suyas, un jovencísimo Roger Lee Hayden utilizando motores sospechosamente potentes… pero al final lo único que puedes hacer es quedarte con lo bueno. Aun quiero a Kenny como a un hijo.
El resto de la historia ya la sabéis, poco después el piloto americano probó suerte en nuestro Campeonato de España, en 2006 incluso en el AMA, ganó el español de resistencia y continuó con un más que notable papel en el CEV habiendo llegado sin experiencia ninguna sobre asfalto. De hecho, para Dale muchas de las caídas que ha sufrido Kenny durante estos años han sido debido a ciertas manías heredadas del Flat track.
Cuando nos llegaban las noticias del CEV diciendo que Kenny había sufrido una caída, casi siempre era por haber perdido agarre en la rueda delantera, supongo que una manía del flat track. Pero bueno, peor aun es la situación actual. Me he enterado de que no tiene moto para 2012 y es una verdadera pena, me hubiera gustado verle de nuevo. Lo cierto es que ahora manda el dinero, sino tienes un gran patrocinador no hay manera. Incluso los grandes del Flat Track están encontrando dificultades esta temporada. No sé donde acabará pero puedo decirte que creo que a Dennis le hubiera gustado que su hijo hubiera triunfado aquí en la tierra.
Como veis, hemos llegado a una situación en la que hasta a los buenos les cuesta encontrar un patrocinador. No hay campeonatos que se salven. Valga como ejemplo el equipo oficial Yamaha que tras ser campeón del mundo se costeó la temporada sin ninguna gran empresa en sus carenados. Si Kenny no logra competir esta temporada estaremos ante otro claro ejemplo del color que está tomando la competición.
Os leía en los comentarios que siempre ha sido así, que siempre ha habido gente con dinero. Sí, es cierto, ¿pero siempre hemos buscado abaratar costes haciendo una copa monomarca?¿hemos dicho a bombo y platillo que los prototipos son insostenibles? Bien, si lo queremos es igualdad y competición no necesitamos al hijo de un empresario en nuestras parrillas, necesitamos a alguien que, como Kenny en el Flat track, haya luchado con todo por alcanzar un sueño. Esto no es más que responsabilidad de algunos equipos que siguen un criterio meramente económico y no de calidad. Ahora que estamos metidos en cambios radicales quizá sería el momento de revisar el modelo de funcionamiento para no terminar de convertir MotoGP en un circo muy caro como el de la Fórmula 1.
Nota: tengo que dar las gracias a Dale Lineweaver que desde el primer momento nos ha cedido todo el material del que dispone y nos ha atendido encantado. ¡Gracias!
Fotos vía | Avintia, Dale Lineweaver
En Motorpasión Moto | Adiós al piloto de la vieja escuela(I)