Filtrar en moto es algo básico cuando vamos en moto. Una técnica que permite a los motoristas fluir entre el tráfico parado y que deja aprovechar al colectivo una de las ventajas de estos vehículos: su agilidad y pequeño tamaño para pasar entre coches. En España es legal, aunque con ciertas condiciones.
En Francia, y más concretamente en París, también lo era. Hasta ahora, que va a cambiar la película y dejará de serlo. Es por eso que los franceses van a hacer algo que históricamente se les ha dado muy bien: reivindicar lo que consideran como injusto. Los motoristas van a salir a protestar por algo tan básico como filtrar en moto.
Prohibido filtrar en moto en París
Puede que una acción tan básica y hasta inconsciente como filtrar en coches sea lo habitual. Así que cuando una ley te lo quita por imperativo legal, solo quedan dos opciones: acatar y no hacerlo o salir a quemar las calles. Y los motoristas franceses van a optar por la segunda, en un sentido figurado.
El alcalde de París ha implantado una polémica reducción de los límites de velocidad en la circunvalación de la ciudad a 50 km/h. En principio, esa normativa no impacta directamente contra el hecho de filtrar, que se podía hasta ahora. Sin embargo, sí lo hará de forma indirecta, y lo terminará prohibiendo.
El filtrado de carriles en moto en Francia, como en España, tiene ciertas condiciones. Una de ellas es la de hacerlo con límites de velocidad de al menos 75 km/h. Efectivamente, al reducir los límites a 50 km/h, queda automáticamente prohibido por motivos evidentes: supera la velocidad.
A los motoristas parisinos no les ha parecido una buena nueva, y se lo han tomado a pecho. Tan a pecho que la Federación Francesa de Motociclistas Enfadados (FFMC) ya ha movilizado a todos sus miembros junto con la Liga de Defensa de los Conductores (LDC) con el objetivo de permitir el filtrado a pesar de la norma.
Los franceses han señalado que es un tema que afecta directamente "a la clase trabajadora", ya que muchos trabajadores han de usar la moto para desplazarse debido a que no pueden permitirse vivir en el centro, por lo que acaban descentralizados en suburbios y necesitan un vehículo como una moto. De hecho, la FFMC menciona que el 80% son trabajadores.
No es la primera vez que los franceses se ponen en pie de guerra con las motos. En abril de este año, más de 40.000 motoristas se manifestaron en Francia contra el Gobierno por obligar a las motos a pasar la ITV. Una tensión que acabó incluso con locales quemados.