Con 17,7 millones de motos vendidas en 2016, India es un monstruo de récord que puede comerse el mundo

Y por fin ocurrió. Después de años de avisos y crecimientos exponenciales, India ha superado a China como el mayor mercado de motocicletas de todo el planeta. Bueno, vale, dicho así puede que no te diga nada, pero si lo miramos en cifras brutas es mejor que te sientes antes de que puedas caerte de culo con la cantidad de motos que esto supone. Durante 2016 se vendieron en India cerca de 17,7 millones de motocicletas, lo que supone alrededor de 48.000 unidades vendidas ¡al día!.

Mientras que en Asia los ratios de ventas siguen subiendo año tras año, en España hacemos lo que podemos. Durante el mismo periodo aquí se vendieron 171.304 unidades, lo que quiere decir que las ventas en India multiplicaron por 100 veces las del mercado español. En cuatro días hábiles en la India ya se vendieron más motos de las que se colocaron en España en todo un año.

El gigante indio cada vez está más fuerte

La potencia del auge indio sobre las dos ruedas llama la atención al comparar con respecto a la población de cada país. Mientras que hasta ahora China era el mayor consumidor de motocicletas colocando 16,8 unidades en 2016 para una población total de 1.371 millones de habitantes, India se ha aupado a lo más alto con casi 1 millón más de unidades vendidas para sólo 1.311 millones de personas.

Mirándolo con un poco más de perspectiva, encontramos que la sociedad india abraza con fuerza a las motocicletas. Con una industria en proceso de expansión y una economía joven que muy poco a poco se va enriqueciendo como país prestador de servicios (servidores informáticos, desarrollo de aplicaciones, call center...), la población necesita medios de transporte rápidos, baratos y que sean capaces de sortear el demencial tráfico del subcontinente.

Con un crecimiento del 32% en 7 años, las motocicletas suponen un 80% de todo el parque automovilístico de India

Su ratio de habitantes por motocicleta vendida en 2016 se coloca en 74, superando con creces los 81 habitantes por motocicleta de China. Dos cantidades que asustan, especialmente al compararla con la española que se coloca en unos lejanos 272 habitantes por motocicleta en el mismo periodo.

Otro de los factores clave para este considerable incremento exponencial año tras año es el de la incorporación de la mujer a su mercado laboral, a la sociedad en general y al mundo de las motocicletas. Ya sean pequeñas motos de marchas o scooter, las mujeres están despertando de su letargo en un país profundamente machista.

Con cada vez más habitantes circulando en moto, las administraciones también se han puesto manos a la obra para fomentar una infraestructura en consecuencia y están pavimentando apropiadamente muchas carreteras de áreas rurales que hasta ahora eran poco más que caminos impracticables. Así se está facilitando el abandono de la dependencia hacia las cuatro en favor de vehículos con la mitad de ruedas.

A lo largo de los últimos 7 años el mercado de las motos ha crecido un 32% en India, alentado en gran parte por una industria interna muy potente capaz de satisfacer las necesidades de sus consumidores con productos asequibles y atractivos (para ellos, porque para el gusto occidental son feas con avaricia). Poco a poco las motos han ido ganando terreno y sustituyendo a otros medios de transporte hasta suponer un abrumador 80% de la cuota total de mercado para vehículos de carretera.

¿Cómo puede afectar India a la moto a nivel mundial?

Y dirás, "¿a mí qué más me da todo esto?". Pues algo nos afecta compañero. No a corto plazo, sino que actualmente ya tenemos ciertos condicionantes con olor a curry que nos están salpicando de manera indirecta. Lo más interesante de todo es que a medio/largo plazo el panorama de las motocicletas a nivel internacional puede cambiar mucho. Todo depende de la voracidad de crecimiento que tengan las marcas indias.

Aún es pronto para ver cambios en su industria, hasta ahora despreocupada por temas de emisiones y controles de calidad, pero India ya está comenzando a hacer los primeros guiños hacia mercados más allá de sus fronteras. Algunos modelos empiezan a preocuparse por las normativas de emisiones de los países desarrollados, otros optan directamente por la propulsión eléctrica... Su denominador común es un precio de derribo al cambio, pero también unos niveles de calidad y prestaciones muy inferiores.

Modelos occidentalizados que quieren entrar en India contra modelos indios que quieren salir de sus fronteras. Es la industria de la moto india contra el mundo

En la otra cara de la moneda, para las empresas occidentales y japonesas el mercado indio es un suculento pastel que se está comiendo a sí mismo. Poder entrar en una mesa donde las apuestas son tan altas podría ser clave para la sostenibilidad a largo plazo de las marcas que todos conocemos si las fábricas indias deciden no conformarse sólo con su mercado interno.

Sólo hay que rascar un poco la superficie para encontrar casos de motocicletas que no sólo tienen como objetivo el subcontinente asiático, sino que están hechas allí gracias a una industria capaz de absorber parte de la capacidad productiva de las grandes multinacionales. O al revés, motos vendidas a nivel global impulsadas por la demanda de países emergentes con el objetivo de ampliar sus fronteras.

Por poner algunos ejemplos, la BMW G 310 R (y dentro de poco la G 310 GS) están fabricadas en una línea de producción independiente montada en las instalaciones de TVS, las KTM 125 Duke y 390 Duke corren a cargo de Bajaj y Harley-Davidson produce sus Street 750 y Street 500 en una planta propia que montó en India.

No sólo se trata de deslocalizar producción buscando abaratar los costes (que también) sino que el mercado está tornándose hacia modelos aptos a entrar en el mercado indio. Posiblemente sus precios de venta, aun estando fabricadas allí, sean superiores, pero el nombre de una marca potente capaz de abrir brecha en el país del Ganjes puede ser la punta de lanza que espolee a un mercado netamente autosuficiente a uno que se demande productos de más calidad. Aunque sólo sea cosa del marketing.

La expansión de India es un temor dormido que aparece cada cierto tiempo y se presenta en las pesadillas de las marcas tradicionales que hasta ahora vivían más o menos tranquilas, luchando sólo entre ellas. En un mundo globalizado, una economía emergente y potente podría ser un factor disruptivo en el mercado de las motocicletas. Y, de nuevo, las primeras señales están ahí.

Hace algunos años Hero MotoCorp, uno de los mayores fabricantes de motos indios, ya compró una alta participación de EBR y llevó a la marca hasta a correr el AMA y el WSBK en 2015, aunque aquello terminó como terminó, también tienen mano en Magneti Marelli. Otra marca tan tradicional como Royal Enfield ya es propiedad india desde hace años, los nuevos rumores que colocaban a Ducati en venta levantaron el interés de inversores indios y se cuenta que Victory, tras salir del grupo Polaris, podría acabar dentro de un pan de pita.

Marcas indias que se expanden, marcas occidentales y japonesas luchando por entrar en India... Por aquí no somos conscientes, pero la industria de la moto en India es inmensa. Sólo hace falta saber cuándo llegarán.

Fuente | Times of India
En Motorpasión Moto | Así es como Ducati está despertando al gigante chino de las motos, casi en exclusiva

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