Cuando los estudios de mercado que realizan instituciones como el IEA, la DGT o el INE hacen referencia a motos ligeras o pequeñas, siempre se refieren a motos de 125 cc o de una cilindrada inferior y pese a que podríamos pensar que este tipo de vehículos son los más adecuados en tiempos de crisis por su bajo mantenimiento y pocos gastos que ocasiona, siendo uno de los vehículos más lógicos si valoramos el coste que supone desplazarnos en ellos. Pues tampoco todas estas razones salvan el número de ventas de las motos pequeñas.
Pero además la tendencia general de mercado en la venta de motocicletas, que alcanzó las 11.127 unidades durante el pasado mes de julio, lo que supone un descenso del 10,3% respecto al mismo mes de 2012, según la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), no da respiro al sector. Normal cuando se ve con recelo como por parte de la administración se deja fuera del Plan PIVE 3 a los vehículos de dos ruedas. ¿Será que la moto no sufre los problemas de envejecimiento del parque, destrucción de empleo y empresas?
Parece que el mercado de motos ligeras, aquellas con una cilindrada de 125 centímetros cúbicos o inferior, es muy sensible a la evolución del mercado laboral juvenil, ya que los más jóvenes suelen adquirir estas motos cuando consiguen su primer empleo, al tratarse de un medio de locomoción muy económico que proporciona autonomía en entornos urbanos. Así la venta de motos ligeras se redujo un 7,6% en el primer semestre del año, hasta 27.513 unidades, debido al aumento de la tasa de paro entre los menores de 24 años.
Y toda esta situación ni siquiera ve la luz al final del túnel, ya que la inmensa mayoría de los contratos que se realizan a jóvenes son temporales, incluso para periodos muy concretos que no superan los seis meses. Esto hace que la debilidad en la venta de motos pequeñas, se esté desplazando hacia la fortaleza en la venta de las de segunda mano, por sus precios más asequibles. Dato que se confirma ya que hasta junio se vendieron 38.996 motos usadas, un 10,5% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Pero como casi siempre la discriminación de la moto en los planes de ayudas, en materia de impuestos, en la normativa de permisos de conducir, etc.... están destruyendo un sector de gran valor y tradición en España donde la moto es una solución real a los problemas de movilidad, tráfico y aparcamiento. Es barata, consume menos y contribuye a la reducción de emisiones. Ahora, parece que a nuestros gobernantes se les ha olvidado todas sus ventajas, salvo la de ir a hacerse la foto con los nuevos Campeones del Mundo de MotoGP.
Vía | Ancove