Knox Handroid, prueba (en marcha, valoración y galería)

Después de haber sido un niño más bueno que el hipotético hijo de Teresa de Calcuta y Gandhi, Papá Mamá Noel me los dejó dentro de un calcetín en Navidad. Me faltó tiempo para sacarlos del envoltorio y ponérmelos. La primera sensación con los Knox Handroid es extraña porque son muchas capas de piel con costuras gordotas y unas piezas extrañas por fuera que se mueven al son de mis dedos, pero en cuanto te acostumbras son una gozada.

Sientan como un guante (nunca mejor dicho) y se sienten como si no hubiera un milímetro cuadrado de piel que no esté en contacto con su parte correspondiente del guante. Sólo tuve un punto las dos primeras semanas que resultó conflictivo: el dedo meñique. Los debo tener un poco más largos que la media y al principio me dolían un poco, aunque quizá influyó el hecho de haber empezado a usarlos con temperaturas próximas a los cero grados centígrados.

Knox Handroid: buena respuesta frente al uso intensivo

Precisamente uno de sus puntos débiles es la protección contra el frío, al fin y al cabo son unos guantes deportivos y están ventilados en las zonas flexibles de las falanges y en la parte interior de toda la mano

La sensación de llevar las manos biónicas desaparece en cuanto la piel de canguro se reblandece con el uso, y a partir de ahí son una auténtica pasada. Tanto es así que los he usado para todo tipo de entornos desde rodar en circuito con ellos, en carretera con motos deportivas, hasta con turísticas, trail y en ciudad, lloviendo y hasta bajo una pequeña nevada. Salvo contadas excepciones, han sido los guantes de cabecera usados para las pruebas de Motorpasión Moto.

El gran punto a su favor, a parte de la seguridad, es que resultan muy cómodos de quitar y poner tanto por encima como por debajo de las prendas que llevemos ya sean monos de cuero o trajes de cordura. La operación de cierre con el sistema Boa que os explicábamos ayer se hacen en un abrir y cerrar de ojos.

Nos los enfundamos tirando de la pequeña lengüeta (que incluye un corchete para unir el par cuando nos los quitamos) le damos un par de giros a la ruletilla y puestos. Levantamos la rueda y tiramos por delante y ya están quitados. El tema de la comodidad general está muy trabajado ya no sólo en algo tan superfluo como ponerlo o quitarlo sino porque toda la parafernalia que llevan los Knox Handroid cuando te subes a la moto desaparece de tu mente.

En parado jugando a doblarte los dedos es cuando ves que el exoesqueleto funciona (no se qué os parecerá, pero no pienso tirarme de la moto para comprobar si me rompo un dedo) evitando que las articulaciones hagan un movimiento excesivo que pueda producir la fractura. Por lo que os he leído en los comentarios de ayer alguien sí ha tenido el "placer", así que le animo a contarnos extensamente cómo fue la experiencia.

El sistema SPS con sus pequeñas deslizaderas en la parte inferior de la palma no interfiere para nada con la comodidad ni el manejo. Están construidas con una forma específica para encajar entre ellas al pasar el pulgar por debajo del manillar y no chocan contra los puños de la moto. Sólo nos acordaremos de ellas en caso de caída, y para bien.

Knox Handroid: más que la media

Con un precio de venta al público en torno a los 180 euros resulta más barato que rivales directos con nombre y apellidos más ilustres como los Dainese Full Metal o Alpinestars GP Tech, y a falta de comparar directamente alguno de éstos tengo que decir que a simple vista me parece que ofrecen menos por más.

Puede que ellos tengan algún punto a favor en cuanto a movilidad o un volumen menor, pero recuerdo mis antiguos guantes racing Levior y alguno más que me he probado de otra marca con una sensación más rígida, así que tampoco es determinante.

Sin duda creo, y lo siento si a alguien le parece políticamente incorrecto, que más veces de las que creemos pagamos por llevar un determinado logo estampado sobre una prenda. Los Knox Handroid son el ejemplo perfecto de que igualando el precio de los "mejores", incluso batiéndolo en según que casos, se pueden ofrecer productos que superan por mucho tanto los estándares comunes entre las marcas punteras como lo que un usuario espera encontrar.

Aún no he encontrado a nadie, ni usuario común y corriente ni compañeros de otros medios hartos de ir en moto, a quienes los Knox no les hayan sorprendido gratamente al enseñárselos, no obstante los Knox Handroid han sido galardonados como los guantes más seguros. Por algo será que lleva un número uno laureado en la yema del dedo índice.

Como anécdota para terminar: justo en el borde del Metapod (esa estructura por donde viaja el exoesqueleto sobre los nudillos) impactó un bicho un día mientras hacía unas curvas. El pobre bicho se desintegró (D.E.P.) y regó con sus fluidos la zona donde entra el exoesqueleto del dedo corazón de la mano izquierda. Fluidos que se secaron y adquirieron una agradable consistencia ultrapegajosa que provocaba que se agarrase ligeramente cuando estiraba la mano al coger el embrague. Un pequeño click repulsivo.

Una vez en casa saqué el exoesqueleto de su canalización (simplemente tirando con el guante quitado se puede hacer), limpié bien los restos del insecto y todos sus fluidos y como nuevo, a seguir disfrutando de los Knox Handroid.

Knox Handroid - Valoración

.4

Acabados 9,5
Claridad de instrucciones 9
Montaje N/A
Manejo 8,5
Facilidad de colocación 9
Protección frente a los elementos 6
Protección frente a caídas 9
Ajustes 10
Almacenaje tras el uso 6
Relación calidad/precio 9

A favor

  • Comodidad
  • Protección
  • Ajuste
  • Relación calidad/precio

En contra

  • Volumen
  • Poco discretos
  • Look Star Wars
Nota:
Los guantes Knox Handroid han sido cedidos por el editor para la prueba así como asumidos los gastos. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas.

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