La situación de Honda en el Campeonato del Mundo de Superbikes no es precisamente boyante. Bueno, en realidad más que de Honda que no cuenta con manera oficial en el mundial de motos derivadas de la serie aunque lo parezca, es la situación del equipo Ten Kate y su piloto, Stefan Bradl.
A diferencia de lo que cabría esperar, el apoyo que la escuadra Red Bull Honda WorldSBK recibe desde Japón es realmente escueto. Las motos llegan de serie a los talleres del equipo holandés para ser preparados de cara al campeonato, y los preparan de forma totalmente independiente, sin la ayuda de Honda.
La solución de la Fireblade puede estar en casa, pero no antes de noviembre
En lo que al motor se refiere, las Honda CBR1000RR Fireblade SP2 son puestas a punto por Cosworth, al igual que la electrónica encargada de gestionar y transmitir al asfalto la potencia del cuatro cilindros en línea japonés. El especialista británico tiene una vasta experiencia sacando lo mejor de cualquier motor, desde coches de calle hasta su paso por la Fórmula 1. Y aunque hacen muy bien su trabajo, el resulado presenta ciertas carencias que ahora salen a la luz.
Bradl, actualmente el único piloto de Ten Kate tras el triste fallecimiento de Nicky Hayden, ha hecho saltar la liebre después de probar por primera vez la Honda CBR1000RR Fireblade SP2 del equipo F.C.C. TSR Honda. A diferencia de su moto del mundial, la CBR que pilotará junto a Dominique Aegerter y Randy De Puniet en las próximas 8 Horas de Suzuka sí está preparada de manera oficial por HRC.
Entre otras evoluciones de puesta a punto, el fabricante japonés cuenta con una electrónica Magneti Marelli específica y cuyo funcionamiento ha sorprendido gratamente al piloto alemán tras la primera toma de contacto. Según sus propias palabras reveladas en una entrevista a Speedweek recientemente, la moto de resistencia con la electrónica italiana es mucho más accesible, fácil y sencilla de llevar rápido que su moto del WSBK.
Acto seguido, Bradl manifestó que le gustaría continuar el resto de la temporada con la electrónica de Magneti Marelli, implantándola en la Fireblade de Superbikes, pero como pronto Honda le dijo que esa posibilidad no llegaría hasta el mes de noviembre en los test después de acabar la temporada.
Finalmente las plegarias del Campeón del Mundo de Moto2 en 2011 parecen haber sido escuchadas en el seno de Honda y, quizá, la temporada 2018 pueda contar con el material electrónico que ha descubierto en la moto del F.C.C. TSR, aunque como ha manifestado el jefe de Honda en el WSBK, Marco Chini, tardará en llegar.
La moto de Ten Kate necesitará un largo proceso de adaptación que se iniciará con la creación de una moto de pruebas con la misma base que las motos del Red Bull Honda WorldSBK a la que se instalará la ECU de Magneti Marelli para empezar las pruebas. Sólo cuando las piezas encajen a la perfección, las novedades serán trasladadas al equipo de Ten Kate.
En cualquier caso, Chini aseguró que "ante un rendimiento tan decepcionante debemos trabajar sin descanso". Y es que Stefan Bradl ocupa la décimo tercera posición de la general con sólo 64 puntos, 277 menos que Jonathan Rea. El mejor resultado del alemán fue el sexto puesto conseguido en Assen, el resto del tiempo pelea por estar entre los 15 primeros y, con suerte, llegar a algún top 10. Y el Bradl no es manco.
Por desgracia para Honda, que podría ver un poco de luz al final de un largo túnel de resultados con el cambio de electrónica, Dorna se está planteando la imposición de una centralita única (entre otras restricciones) también para el Campeonato del Mundo de Superbikes, lo que chocaría frontalmente con sus planes. Así que antes de meter las manos en harina, Honda y Ten Kate necesitan conocer la postura de Dorna.