Cada vez parecía más complicado pero finalmente Sandro Cortese competirá este año y dentro del Campeonato Mundial de Supersport con el Kallio Racing, equipo con el que completó tres jornadas de test en el Circuito de Jerez hace unas semanas.
Tras haber quedado sin equipo en el Campeonato del Mundo de Moto2 hace apenas un mes, al tener que prescindir el Kiefer Racing de una de sus motos, el piloto alemán ha estado buscando una salida para continuar un año más en el mundo de la competición.
El dinero era el mayor obstáculo
Aunque ya se subió a la Yamaha YZF-R6 en las pruebas de pretemporada de hace tres semanas y todos terminaron muy contentos nada estaba claro en el futuro de Sandro Cortese. El problema principal era la suma de 150.000 euros que tenía que conseguir el propio piloto para subirse a esa segunda moto del Kallio Racing.
Debido a eso las conversaciones con el Team Kallio duraron más de lo previsto pero finalmente todo llegó a buen puerto y ayer anunciaron que el piloto alemán competirá este 2018 en la categoría de Supesport acompañando a Loris Cresson.
"Me siento muy cómodo y contento con la moto y puedo decir que ya he cogido el ritmo", apuntaba Cortese a pesar de que la Yamaha es muy diferente a las monturas que ha utilizado tanto en Moto3, donde fue campeón en 2012, como en Moto2.
Aunque se mostraba muy optimista con sus sensaciones también agradecía "que todavía tengamos dos días más de test en Phillip Island antes de la carrera y que podamos ver dónde nos encontramos en comparación con los demás", ya que su pretemporada ha sido excesivamente corta en comparación al resto de pilotos.
El acuerdo llega bastante 'in extremis' ya que tanto el Campeonato del Mundo de Superbikes como el de Supersport comienzan el próximo fin de semana del 23 al 25 de febrero.
Fotos | Kallio Racing