Cuando llega el invierno sois muchos los moteros que dejáis vuestra moto en el garaje esperando a que vuelva el buen tiempo para salir de nuevo a recorrer las carreteras. Pero, entre el día en el que dejáis la moto en el garaje y el que la volvéis a coger pueden pasar muchas cosas y llevaros algún que otro susto cuando queréis sacar de paseo otra vez a vuestras queridas.
Para que esto no os ocurra, hay unos sencillos consejos que podéis seguir y que no os llevarán mucho tiempo para que todo esté en orden cuando volváis al garaje a por vuestra moto. No hay que ser ningún experto para ponerlos en práctica y os ahorraran unos cuantos euros si los ponéis en práctica.
Neumáticos. Unos caballetes nos vendrán de perlas
Lo primero de todo es tener un buen par de caballetes que nos permitan dejar la moto en el aire, sin que los neumáticos queden en contacto con el suelo. El hecho de quedarse tres o cuatro meses parada en la misma posición puede deformar las gomas y obligarnos a cambiarlas cuando volvamos al garaje.
Esta deformación se produce porque el peso de la moto siempre descansa sobre el mismo punto de la goma y si a eso le sumamos que pueda perder un poco de presión, ya tenemos un neumático deformado casi con total seguridad.
Batería. Nunca te quedes sin electrones
Otro de los puntos a tener en cuenta es la batería. Cuando vamos a dejar nuestra moto parada una temporada, es posible que nuestra batería se descargue y que cuando volvamos al garaje para arrancar nuestra moto veamos que está caput. Es posible que tenga solución con un cargador de baterías, pero no es necesario llegar a esto.
Simplemente desconectando los bornes conseguiremos mantener con vida nuestra batería. Hay que tener presente que para desconectar nuestra batería habrá que sacar primero el borne negativo y después el positivo, y para montarla es al revés. Para protegerla un poco más, sería recomendable untar los bornes con vaselina neutra que ayuda a prevenir la corrosión.
Motor. Una sencilla operación te puede ahorrar muchos disgustos
El apartado del motor no tiene mucho misterio. La temporada de invierno no debería de afectar a tu motor y más estando dentro de un garaje. No se trata de abandonar a su suerte a nuestra moto, por lo que pasar por el garaje de vez en cuando a comprobar que todavía se encuentra en su sitio y que todo está correcto es algo que hay que hacer.
En este momento, sería recomendable conectar los bornes de la batería, si tenemos indicador de carga comprobar que genera energía a un nivel normal y después arrancar la moto. Pero antes deberíamos comprobar que los niveles de aceite y líquidos son correctos, un vistazo alrededor de la moto buscando manchas en el suelo nos puede dar una pista de como pueden estar los niveles.
Con esto dejaremos que el lubricante vuelva a cubrir las piezas y las proteja. Bastará con tener la moto arrancada lo suficiente como para que alcance la temperatura de servicio.
Cadena. El que la tenga que lo ponga en práctica
Por norma general la cadena de la moto requiere de nuestra atención de una forma más habitual que el resto de piezas. Yo personalmente soy bastante escrupuloso con el mantenimiento y la engraso cada 500 kilómetros y la limpio y vuelvo a engrasar cada 2.000 kms.
Cuando vamos a dejar la moto parada, bastará con dejar nuestra cadena limpia y bien engrasada. Esto ayudará a que no se oxide y esté protegida, además de que estará lista para el primer día de ruta después del invierno.
El exterior. Una moto limpia es una moto feliz
Por último, antes de dejar la moto parada es recomendable dejarla limpia y taparla. No nos cuesta nada darle una lavada y dejarla reluciente antes de ponerle una funda para protegerla del polvo. Además existen productos anticorrosivos que protegen las piezas más expuestas y otros productos que nos ayudarán a preservar el buen estado del exterior.
Es otra de esas cosas que agradeceremos cuando la destapemos para volver a rodar con ella, estará impecable y nos alegrará el saber que no tenemos que pasar por el lavadero antes de salir.
Estos pequeños consejos pueden resultar muy útiles y ya veis que no tienen mucha complicación. Con solo dedicarle un poco de tiempo a nuestra moto antes de dejarla parada conseguiremos que la vuelta a la marcha no sea una complicación que pueda vaciar nuestros bolsillos.
Y si eres de los que usas la moto todo el año tampoco te eches las manos a la cabeza. Existen una multitud de soluciones en el mercado para combatir el frío y solo tendrás que conducir con un poco mas de prudencia para evitar los sustos producidos por el estado de la carretera en invierno.