Pequeños granos de arena van haciendo una montaña. Algo similar está ocurriendo con los incidentes de las bicicletas y patinetes eléctricos, y cada vez más ciudades grandes se van oponiendo a su uso. Si en España ya hemos visto el veto de un par de ciudades a meterlos en transportes públicos (tanto a patinetes como a bicicletas eléctricas), al otro lado del charco la situación no es muy diferente e incluso peor.
Nueva York también quiere sacar de las calles a bicicletas y patinetes eléctricos hasta que sean más seguros, y quieren tratarlos como vehículos a motor en términos legales. Se suma a las últimas noticias que llegan desde Barcelona, Sevilla o París, donde el panorama es también más restrictivo a medida que se suceden los incidentes.
Los neoyorquinos registraron 200 incendios de patinetes en 2022
Robert Holden, un concejal de Nueva York ha sido quien ha tomado la iniciativa de poner sobre la mesa una ley para prohibir a patinetes y bicicletas eléctricas. Un proyecto que derogaría la ley que ya sacaron en 2020 y que reguló a ambos transportes en la ciudad. Propone que todo aquel que vaya con uno de estos aparatos por la ciudad se llevará una multa de 500 dólares, obviando a las sillas de ruedas eléctricas u otros aparatos para personas con movilidad reducida.
"¡Basta ya! Necesitamos que Albany exija que estén registrados, asegurados, tengan licencia y sean seguros de operar, cargar y almacenar, antes de permitir que se vuelvan a utilizar", publicó Holden en Facebook el jueves.
Según recogen los medios locales los números preocupan bastante a la ciudad, especialmente los relacionados con incendios de las baterías de iones de litio. Un tema serio que ha sufrido un repunte en los últimos años: los bomberos de Nueva York registraron el año pasado 191 incendios, 140 heridos y seis muertos a causa de los patinetes a finales del 2022.
En la ciudad llevan abordando este tema varios meses, con cinco propuestas de ley distintas para ver cómo reducen el número de incidentes a través de las restricciones. Han pedido opinión hasta a los bomberos (FDNY), que están de acuerdo con exigir que las baterías de los dispositivos de movilidad estén catalogadas y etiquetadas por un laboratorio de pruebas reconocido a nivel nacional u otra organización aprobada para poder ser vendidas.
El problema de fondo es que se ha multiplicado su uso en la ciudad como una nueva forma de movilidad, pero que a la vez provoca un uso incívico que ha causa accidentes y muertos. A finales de 2022, según las autoridades locales, 680 personas resultaron heridas solo por accidentes con patinetes, aunque no siempre los usuarios de VMP eran los culpables.
El otro problema es la regulación para patinetes y bicicletas en todo el territorio estadounidense, que es mucho más laxa que la de España. Su límite de velocidad está entre los 20 mph (32 km/h) y 30 mph (48 km/h), dependiendo del estado, mientras aquí está en 25 km/h. En Nueva York el límite concreto es de 25 mph (40 km/h). Tampoco requieren que las baterías pasen por una homologación. Y en eso se han fijado las autoridades para plantearse prohibir patinetes que no hayan pasado unos requisitos mínimos de certificación.
En Europa la corriente no es muy distinta. Las ciudades con más habitantes y peso turístico se quieren quitar de encima a los patinetes. El próximo mes París ha convocado un referéndum para votar la prohibición del patinete eléctrico de alquiler por las calles o no.
Eso supondría que los parisinos dirían adiós a unos 15.000 patinetes eléctricos, que son utilizados por una media de 400.000 usuarios únicos cada mes. Le Parisien también señala que entre 2021 y 2022 los trayectos en estos VMP crecieron un 90 %, y es la ciudad europea donde más se utilizan.
En España la corriente de prohibir ha llevado a Sevilla y Barcelona a vetar la entrada de bicis y patinetes eléctricos al transporte público. Parece que los patinetes eléctricos están en el punto de mira, hasta el punto de que el Reglamento General de Circulación (RGC) ha legislado en su última actualización nuevas señales para ellos y obligará a sus dueños a tener un certificado obligatorio y otros requisitos para circular.