Si los de la zona centro pensábamos que el Circuito del Jarama ha perdido buena parte de su encanto debido a la restricción sonora a la que nos vemos sometidos principalmente los motoristas, ahora se une también el Circuit Ricardo Tormo de Cheste.
La pista valenciana estrenará de manera inminente un procedimiento de protección anti emisiones sonoras para todos los vehículos que quieran utilizar la mítica pista levantina fuera de las competiciones deportivas programadas.
Una normativa menos estricta en decibelios pero aplicable a toda la pista
Al igual que en su día ocurrió con el trazado madrileño, el Circuit Ricardo Tormo de Cheste ha tenido que acabar cediendo ante las exigencias de los vecinos cuyas residencias se encuentran próximas al trazado. Las localidades de Chiva y del propio municipio de Cheste así como algunas urbanizaciones aledañas al trazado han sido las más afectadas y activas en sus reclamaciones.
Por lo pronto, este límite de ruidos será la primera de otras medidas que la directiva del circuito se está planteando acometer, como son la instalación de barreras sonoras en los puntos más expuestos y donde mayor dispersión puedan conseguir las ondas sonoras.
En lo referente a los usuarios que a partir de ahora nos podamos ver afectados, el límite de decibelios establecido para el circuito de Cheste será de 91 decibelios contra los 90 del Jarama. Como ocurren el circuito de la zona centro, los asistentes a los eventos no deportivos tendrán que pasar por un sonómetro para conocer el ruido emitido por cada vehículo.
En el caso de superar ese límite de decibelios los organizadores tendrán que exigir la incorporación de medidas para bajar el sonido expulsado por el tubo de escape, de lo contrario no podrá entrar en pista. Una vez dentro se establecerán cuatro puntos de registro de ruido.
Además también se establecerá una restricción en los horarios de ruidos, permitiéndose exclusivamente entre las 8:00 y las 20:00 y el uso de bancos de potencia sólo en tramo de mañana durante los días laborables.