Son trazados en su mayoría con un gran peso en la historia de las dos ruedas o en la competición pero que, por uno u otro motivo, han perdido la atención que se ganaron en su día o han sido desechados por la existencia de nuevas y mejor equipadas instalaciones. Pero si por un momento fuera el espectáculo y el goce lo único que importara aquí van seis trazados que deberían estar en el calendario de todo campeonato que se precie.
Cadwell Park
El primero, cómo era de esperar, debe ser Cadwell Park. Después de volver a engancharme a la retransmisión del BSB he vuelto a caer en sus brazos. El de Cadwell es un trazado bellísimo que transcurre a la sombra de los árboles que pueblan los pequeños valles por los que pasa. Muchas de las curvas están ligeramente peraltadas y las subidas y bajadas de nivel son muy pronunciadas, tanto que el octavo arco se llama "The Mountain". A este lugar le hemos dedicado ya artículos enteros pero no me cansaré de repetirlo: es simplemente prodigioso.
Quizás, uno de los pilares que hacen de Cadwell Park un lugar idóneo para el motociclismo es que fue concebido para correr en moto. El Señor Wilkinson utilizó las tierras de su granja para dar a sus hijos un lugar en el que disfrutar de sus motos en los años 30. Aquel trazado original es hoy uno de los puntos fuertes del campeonato nacional y uno de los tesoros del deporte del motor británico.
Brands Hatch
SBK 2001 RD10 BRANDS HATCH von webamanu2
La seguridad ha sido siempre una de las razones que han apartado los mejores escenarios de los mejores calendarios. En 2002 el Campeonato del Mundo de Superbikes corrió por última vez en Brands Hatch, otro de los clásicos circuitos británicos en los que las rectas puras brillan por su ausencia y, en su lugar, aparece un entramado de curvas enlazadas.
La figura de Brands Hatch tiene su origen en las propias características geológicas de la zona. Y es que durante los años 20 los ciclistas marcaron en la tierra el camino más divertido a seguir (lo que hoy sería el trazado corto, el Indy). Tanto fue su éxito que, tras celebrar incluso carreras de bicicletas los moteros se encargaron, a las puertas de la década de los 30, de convertirlo en un circuito con todas las de la ley.
De vuelta al tema de la seguridad cabe recordar que fue aquí dónde Steve Hislop, ya sabéis, el escocés que le cerró la boca a Carl Fogarty, sufrió un accidente que a punto estuvo de costarle la vida.
Spa Francorchamps
El circuito de Spa Francorchamps es, quizás, el circuito más emocionante que acoge la Fórmula Uno. Cuando Sebastian Vettel, Alonso y compañía visitaron el bosque belga me pregunté una y otra vez, ¿no sería apto este circuito para un supuesto Gran Premio de Bélgica? Su origen es más tradicional y fue Jules de Their quién se encargó de diseñarlo y darle forma. Recuperarlo como Gran Premio sería honrar a la historia, visitar un país más y un gran regalo a pilotos y aficionados.
Spa fue desde el inicio una de las citas más importantes de la historia del Continental Circus. Desde la década de los 50 hasta 1990, año en el que Wayne Rainey se llevó la victoria con casi cinco segundos de ventaja sobre Jean Philippe Ruggia y más de 20 sobre Eddie Lawson. Quizás sea imposible pasar gas a fondo por Eau Rouge sobre dos ruedas pero el disfrute está garantizado.
Continuará…
Foto vía | BSB, 500 Owners Association En Motorpasión Moto | Seis lugares donde me gustaría ver más motos (II)