Hace tiempo que había echado el ojo a la galería de este fotógrafo, François Flamand, pero por un motivo u otro no había encontrado el momento de compartirlo con vosotros. Ahora, recuperados por completo de la resaca del Dakar 2012 que nos contó Morrillu con todos los detalles, resulta enormemente agradable pasar un rato contemplando los magníficos retratos, escenas y paisajes en blanco y negro que el fotógrafo francés comparte con todos nosotros en su página de Facebook.
Encabeza el post el piloto Gustavo Bassi, con el dorsal 115, piloto argentino cuyo rostro es fiel reflejo de la dureza de esta competición. Al margen de polémicas es innegable que no hay otra prueba en el mundo que exija las mismas condiciones físicas y mentales que son necesarias para superarla. No es de extrañar que el objetivo de los que allí se juegan la vida, apartándonos de los profesionales patrocinados por grandes empresas, sea únicamente poder acabar el rally. A entender esta situación ayuda el enfoque de François, buscando la exteriorización de los sentimientos en los pilotos y la sinceridad en el entorno, sin engaños. Porque vimos unas playas sin parangón, un océano que te llama a probar sus aguas, mares de dunas mágicos, de en sueño… visto desde casa parecía un cuento idílico y espectacular.
Pero sabéis que eso no es más que una portada, un mundo que llama la atención, hace que confíes en él pero que te la juega en cuanto te despistas colocando un pedrusco en tu camino. Para descubrir de cerca a esa especie de héroes que son sus participantes, recomiendo encarecidamente pasar un rato pegado a la pantalla para no perder detalle de la galería de casi medio centenar de fotografías que colgó en su perfil.
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