Diminuta, casi imperceptible a los ojos de los aficionados. Así es Bottpower, una empresa española afincada en Valencia con David Sánchez al mando y dedicada a la creación de motos bajo pedido con una sola premisa: las bicilíndricas. De hecho, es aquella popular competición llamada "Battle of the Twins", donde se hicieron populares tanto John Britten como su Britten V1000, le da el forma su nombre con las iniciales.
Con una estrecha vinculación con el mundo de la competición (CEV, Moto2, WEC...), Sánches hizo público a principios de septiembre del año pasado que su marca iba a embarcarse en un ingente proyecto en el que hasta ahora hemos tenido muy poca (o nula) representación española. Iban a crear una moto con la que correr en el Pikes Peak International Hill Climb, y nosotros hemos estado con ellos en Valencia antes de partir a su aventura.
¡Tri-tri-triple! 150 cv, 150 Nm, 150 kg
¿Su arma para viajar a Colorado? Un folio en blanco. Bueno, más o menos. Después de informarse, David tenía bastante clara la idea general de cómo iba a ser su moto, a la que le puso el nombre de Bottpower XR1R. Sería, cómo no, una bicilíndrica con una potencia en torno a los 150 cv para 150 kg de peso, y un magnífico par motor de 150 Nm. La base utilizada sería una Buell XBRR.
El modelo concreto fue una edición limitadísima de carreras de la marca americana, sólo 56 unidades movidas por un propulsor refrigeración por aire, 1.340 cc, dos grandes cuerpos de inyección de 62 mm, válvulas de titanio y tapas de magnesio. Transmisión final por cadena, llantas de magnesio, horquilla Öhlins y basculante ajustable también serán utilizados en la XR1R.
En realidad no fueron una, sino dos las unidades donantes que Bottpower adquirió para su proyecto de Pikes Peak. Al recibirlas las desmontaron y probaron si este nuevo motor (ligeramente distinto al de las XB normales) encajaba en su chasis propio. Y casaron a la primera.
Por lo demás no fue todo tan sencillo. Cada pieza tuvo que ser pensada desde cero, desde las tomas de admisión sorteando el bastidor de espina central hasta el subchasis pasando por las estriberas. Gracias a la impresión 3D pudieron realizar prototipos en plástico y probar antes de realizar las piezas metálicas.
La horquilla que inicialmente iba a ser la Öhlins de la XBRR se sustituyó por una pieza muy especial. Partiendo de otra Öhlins de Ducati 1199 Panigale pasó por las manos de Ceracarbon para adoptar unos cartuchos internos presurizados TTX25 y, lo más alucinante, barras de fibra de carbono con recubrimiento cerámico capaces de ahorrar 1,5 kg de masa no suspendida. Las llantas también se cambiaron por unas Rotobox hechas en fibra de carbono además de ejes de titanio para conseguir unos trenes ligeros no, lo siguiente.
A lo largo del desarrollo de la XR1R y durante la fase en la que reconstruirían uno de los dos motores donantes para dejarlo nuevo, se encontraron con tres motores de XBRR a estrenar. Entonces reensamblaron el motor donante revisado, montaron la moto al completo y la vendieron.
El reto de enfrentarse a Pikes Peak es incomparable. Supone una carrera única en el mundo con un trazado de 19,99 km repartidos en 156 curvas que suponen un ascenso de 1.440 m, desde los 2.856 hasta 4.300 m. La altitud y el cambio de presión en el aire así como la variación en la cantidad de oxígeno son el mayor inconveniente al que tienen que enfrentarse tanto los pilotos como sus mecánicas. Más incluso que los precipicios al borde de la carretera.
El récord establecido para motocicletas data de 2012 cuando Carlin Dunne y su Ducati Multistrada 1200 lograron un soberbio crono de 9:52.819. Igual no lo sabes, pero bajar de los 10 minutos es una auténtica animalada.
El encargado de poner la Bottpower XR1R será Travis Newbold, todo un experimentado personaje de Colorado, corredor de Pikes Peak con hasta ocho participaciones en las que ha logrado la victoria en varias categorías y logró un fantástico segundo puesto con una Ronin con base EBR, muy similar a la Buell. En 2016 no corrió, hizo de mecánico (su profesión), porque fue sancionado después de rajar sobre la organización. ¿El motivo? Un año antes su mejor amigo se mató durante la carrera.
El debut de la XR1R ha corrido a cargo de Sergio Fuentes (participante en el WSBK hace algún tiempo) y quien puso por primera vez en pista a la moto, aunque con el motor de la XBRR totalmente nuevo, en rodaje. Aun así sus sensaciones han sido buenas lo que les anima a afrontar la recta final de la preparación con mucho ánimo, especialmente ahora que Newbold ha estado en Valencia probando la moto.
Falta un mes escaso para la carrera, así que les deseamos mucha suerte y todo nuestro apoyo. Proyectos así son para quitarse el sombrero.
Vía | Bottpower
Fotos | Mario Rodrigo