Cuando un día llegaron los primeros vehículos de combustión, se echaba de menos una potente infraestructura de petróleo con la que poder viajar sin preocuparse por el repostaje. Algo así sucede actualmente con las motos (y coches) eléctricas hoy en día.
La cosa puede cambiar radicalmente gracias al nuevo Reglamento presentado por el Parlamento Europeo. En él se estipula disponer cargadores eléctricos cada 60 kilómetros en las carreteras europeas, por lo que viajar en moto sería una experiencia algo más fácil, aunque el inconveniente del tiempo de recarga seguiría estando ahí.
Además, Europa pondrá más facilidades de acceso a los cargadores eléctricos
Viajar en una moto eléctrica parece más un reto que una facilidad. Entre los inconvenientes de la movilidad a pilas está la de la escasez de puntos de recarga. Cada vez hay más motos eléctricas (los números de ventas no mienten), por lo que se echa de menos una mejor infraestructura.
Europa es la gran precursora de los vehículos eléctricos, por lo que sigue predicando con el ejemplo. Pretende solucionar uno de los inconvenientes principales: la falta de electrolineras o puntos de recarga.
Así que ha mediado a través de un Reglamento llamado "sobre la Infraestructura para los Combustibles Alternativos", enclaustrado en el paquete de medidas "Objetivo 55". La última propuesta ya ha sido validada y entrará en vigor progresivamente.
Progresivamente en función de las fechas propuestas. Ahora con un cargador cada 60 kilómetros en las principales carreteras de la Unión Europea viajar en moto eléctrica será algo más sencillo.
La medida concreta que la red de cargadores rendirá hasta 400 kW en 2026, y desde 2028, aumentará hasta los 600 kW.
Sin ir más lejos, el Reglamento estipula que para 2025 ya pretenden establecer una red de estaciones de carga rápida de 150 kW como mínimo para motos, turismos y furgonetas.
Junto a esta medida también llegará facilidad para pagar con tarjetas de crédito o dispositivos sin contacto sin suscripción y la obligatoriedad de los suministradores de ofrecer información sobre disponibilidad, tiempo de espera promedio y precio.
Comprarse una moto eléctrica es una aventura, y no para bien. Aún hay una evidente falta de infraestructura y si vas de viaje y no vas a estar cargando la batería en tu casa, puede ser un auténtico quebradero de cabeza, jugando con distintas aplicaciones, y sin contar que en algunas ocasiones, los cargadores fallan.