Podríamos discutir largo y tendido si los grandes campeones del pasado serían capaces de mantener el tipo frente a jóvenes como Jorge Lorenzo o Marc Márquez, y viceversa. En motociclismo, como en casi todos los deportes, cada año se mejoran las marcas de temporadas pasadas: más rápidos, más fuertes, mejor. Creo sinceramente que esto no es más que el fruto de una profesionalización de la actividad deportiva. Es decir, el piloto "top" actual es un tipo cuya vida gira en torno a las carreras y que centra cada esfuerzo y hora del día en mejorar. Son auténticos atletas donde no hay lugar para estilos de vida de la vieja escuela.
Esto, por desgracia, es a menudo olvidado por muchas personas que piensan que, por estar subidos en un vehículo, no hay fatiga física. Los que seguís MotoGP, sabéis que esto no es cierto. Pero me gustaría apuntar que esta profesionalización no ocurre sólo en las más altas esferas de la categoría reina, sino que empieza muy pronto, en todos los niveles y círculos de competición. Por ello, y para recordar la dedicación que hay detrás de cada pequeño logro, vale la pena echar hoy un vistazo al amargo año que pasó Rok Bagaroš entre fisioterapeutas y entrenadores para recuperarse de una rotura de ligamentos.
El piloto esloveno se encontraba en temporada alta de eventos, era agosto de 2013 y tenía por delante hasta diez de ellos seguidos. Durante el aterrizaje de una voltereta, Rok se rompió los ligamentos de la rodilla derecha. Tras la pertinente operación, meses de rehabilitación le esperaban; uno de los inviernos más duros que ha vivido. En el vídeo que encontrareis bajo estas líneas no hay grandes escenas de acción con música cañera acorde, pero es igualmente impresionante. Siento un enorme y absoluto respeto por todos aquellos que se esfuerzan cada día por alcanzar sus metas.
Vídeo | Youtube
Vía | Blog KTM