Día duro en el box del Movistar Yamaha MotoGP que no ha ido como esperaban. Valetino Rossi y Maverick Viñales han vuelto a tener problemas con la electrónica, tal y como ellos mismos han admitido, y no han podido estar en cabeza con los mejores.
En el caso del italiano logró terminar en octava plaza, mientras que el español ni siquiera logró clasificarse entre los diez mejores tiempos terminando el día undécimo a casi medio segundo del mejor crono marcado por Cal Crutchlow.
"Mañana tendremos que seguir otra dirección"
Tal y como han declarado los propios pilotos del Movistar Yamaha MotoGP a la publicación GPOne ni Valentino Rossi ni Maverick Viñales encuentran la solución para que la nueva centralita única y la electrónica hagan a la M1 una moto competitiva. Ni siquiera la nueva aerodinámica que han estado probando ha logrado que recuperen buenas sensaciones.
Hace apenas un mes Silvano Galbusera, jefe técnico de Rossi, admitía que volvían a tener los mismos problemas que durante la temporada 2017 y que sus máximos rivales seguían un paso por delante. Hoy, tras la jornada de test, Rossi ha vuelto a confirmarlo: "Ducati y Honda han logrado entender algo que nosotros no. Por lo tanto, tienen una aceleración diferente en comparación con nosotros y, en consecuencia, acusamos la brecha", señalaba.
El italiano añade que hoy ha estado más cómodo pero que no está resultando suficiente ya que "puedo conducir bien la moto, tanto en el giro como en los frenos, incluso mejor que el año pasado pero mirando la clasificación, sin embargo, es difícil". Valentino, que además hoy celebraba su cumpleaños, no ha logrado estar en ningún momento en los puestos delanteros y ha terminado a casi cuatro décimas de Crutchlow.
Rossi además se mostraba preocupado por cómo pueden afectar estos problemas cuando acaben las pruebas y comience la temporada: "Cuando tienes que hacer 26 vueltas en la carrera, tratando de luchar por el podio, este aspecto (la electrónica) se vuelve fundamental, debemos continuar nuestro trabajo de desarrollo, no hay otras soluciones", admitía.
Por su parte Maverick Viñales también ha tenido "un día muy difícil" y no está satisfecho con el trabajo de la jornada: "Nos concentramos en la puesta a punto, pero no hubo mejoras en comparación con Sepang. Mañana tendremos que seguir otra dirección, dado que hoy estuvo mal y estamos muy lejos de lo mejor", comentaba.
El piloto de Roses ha estado de acuerdo con su compañero en que la electrónica es lo que les hace estar en esta situación y lo nota "especialmente en las entradas en curva, donde parece que se remonta a hace un año".
De momento parece que la segunda jornada de test de Malasia, en la que lograron terminar ambos ocupando las dos primeras plazas, quedan sólo como una anécdota hasta que consigan dar ese paso adelante que les vuelve a hacer ser competitivos. En Tailandia todavía tendrán dos días más para trabajar en la puesta a punto de la M1.
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