El Red Bull Ring es un circuito demasiado peligroso para MotoGP. Es una afirmación que ha quedado bastante comprobada en las dos últimas temporadas, en las que hemos visto multitud de accidentes peligrosos en los que se ha evitado la tragedia de milagro. Pero bastante con mirar al nombre del circuito para descubrir por qué sigue en el mundial.
En los últimos años, y también en esta semana, hemos visto una tendencia muy clara: según la marca de bebidas energéticas que te patrocine hay críticas o no hacia el Red Bull Ring. Mientras que los pilotos apoyados por Monster se atreven a cantarle las verdades al circuito austriaco, los de Red Bull prefieren correr un tupido velo al respecto.
El Red Bull Ring es un circuito de coches en el que corren las motos
El problema es que el Red Bull Ring no está hecho para las motos. El mundial ya lo intentó a mediados de los '90, cuando llevó el Gran Premio de Austria allí en 1996 y 1997, pero se tuvieron que ir tras solo dos temporadas. Claro que por entonces el circuito se llamaba A1 Ring, y las empresas de telecomunicaciones tampoco importan tanto.
Cuidado, esto no significa que el Red Bull Ring sea un mal circuito. Al contrario, tanto en motos como en coche siempre depara carreras interesantes precisamente por su carácter único e inconfundible. Es el típico circuito diferente que aporta riqueza a un calendario, pero no está hecho para MotoGP.
El primer problema del Red Bull Ring es que está compuesto de rectas enormes que dan pie a una altísima velocidad media de la vuelta. Y la velocidad es el peor enemigo de la seguridad cuando alguien va en moto. En circuitos como Mugello o Losail ya se han criticado las altas velocidades esta misma temporada, pero en Austria hay callada por respuesta.
No solo es un problema de las rectas, sino de cómo son. Tienen pequeñas curvas en medio, cambios de dirección que se hacen a toda velocidad, pero que dan pie a que haya incidentes en los que la moto sigue su camino. Y después de cada recta lo que suele haber es una curva lenta en la que esa moto se puede encontrar a pilotos casi parados.
Es lo que ocurrió en 2020 entre Franco Morbidelli y Johann Zarco, y que por milímetros no acabó con Valentino Rossi y Maverick Viñales seriamente heridos. En ese accidente se vio otro de los problemas del Red Bull Ring: que los muros están demasiado cerca. Ya lo vivió Maverick Viñales en primera persona cuando se tuvo que tirar de la moto en 2020.
El Red Bull Ring es un circuito que no está diseñado para las motos, y por lo tanto un problema se resuelve con otro problema. Así, para evitar que una moto pueda volver a la pista descontrolada y chocar contra otro piloto se quiere poner un muro en la curva 3. Pero pocas veces en las motos un muro soluciona nada.
Hay un último problema en el Red Bull Ring, que son los cambios de rasante. El circuito austriaco está lleno de desniveles en los que los pilotos pierden casi por completo la visibilidad, por lo que no es difícil encontrarse de repente con una moto, o con otro piloto, que se ha quedado tendido en el suelo. Gravísimo.
Es fácil tener un 'highside' en el Red Bull Ring porque cada codo da pie a otra recta larga, por lo que hay que poner rápido toda la potencia. Ya vimos en 2020, en Moto2, como Enea Bastianini quedó en medio de la pista y casi se lo llevan por delante. Le pasó también a Álex Márquez en 2019 y a Dani Pedrosa el otro día. Lorenzo Savadori, lesionado, tuvo que huir de las llamas.
Si a todo esto añadimos el nuevo problema que descubrimos la semana pasada, el de los neumáticos de Michelin, es el combo perfecto. Las gomas delanteras se agrietaron en su parte frontal debido a que el Red Bull Ring exige frenada tremendas e inusualmente rectas, algo extraño en MotoGP.
El Red Bull Ring es un circuito de un carácter único, pero también indiscutiblemente peligroso. Tan solo en los últimos tres años tenemos una escalofriante colección de ejemplos en los que la tragedia se evitó por milímetros. Y ya son tres carreras consecutivas de MotoGP interrumpidas por bandera roja.
Espargaró, Mir, Crutchlow, Rossi y otros pilotos Monster, cantan las verdades al Red Bull Ring
Sin embargo, criticar al Red Bull Ring no es tan sencillo. Mientras que en Yamaha, patrocinados por Monster y sabedores de que este circuito es el que peor se adapta a su moto de todo el calendario, hay manga ancha, en otros equipos como KTM o el Repsol Honda prefieren hacer mutis por el foro cuando les preguntan.
KTM es prácticamente dueño del Red Bull Ring, y la marca de bebidas energéticas es su gran mecenas, así que no dirá nada contrario al trazado ni siquiera habiendo sido los grandes perjudicados de la semana pasada: tendrán que reparar la moto quemada de Pedrosa y los neumáticos de Miguel Oliveira destrozaron su carrera.
La misma política de Honda, donde Red Bull también pone su parte. Es curioso ver que Marc Márquez llegó a cuestionar hace pocos meses la seguridad de un circuito como Jerez pero prefiere responder con una callada cuando se cuestiona la del Red Bull Ring. Esas pegatinas valen mucho dinero.
En cuanto a Ducati, saben que correr en el Red Bull Ring prácticamente es sinónimo de victoria para ellos. Han ganado todas las carreras celebradas aquí salvo una, así que lo último que querrán es hacer presión para que desaparezca del calendario un circuito en el que tienen la victoria asegurada.
Fue uno más lenguaraz como Aleix Espargaró, sin compromisos serios con Red Bull, quien soltó que "no creo que sea difícil de cambiar. Este circuito es una pesadilla. Decimos que tenemos que cambiar un par de cosas durante los últimos tres años, pero no pasa nada".
"Este circuito no es el mejor desde el punto de vista de la seguridad. Es decepcionante ver que no se ha hecho nada. No se puede imaginar cuánto hemos presionado", continuaba Espargaró. También otro chico Monster como Cal Crutchlow se atrevió a decir que "la mayoría de esta pista no es segura, sobre todo de la curva 2 a la 3".
Lo cierto es que volando sobre el plano del Red Bull Ring parece difícil encontrar una solución que pudiese convertir a un circuito de coches en uno de motos. Salvo que Red Bull tuviese muchas ganas de meter demasiada excavadora, la solución más factible es sacarlo del mundial, y eso no va a pasar. No a costa de quien paga la fiesta.
Valentino Rossi, Joan Mir, Fabio Quartararo... la retahíla de pilotos de Monster que sí cantan las verdades al Red Bull Ring está ahí, pero hay otros que por compromisos personales o del equipo no pueden hacerlo. Mientras tanto, todos los aficionados del mundial mantenemos los dedos cruzados para que no sea este el año en el que ocurra la desgracia inevitable.
En Motorpasión Moto | Se acabaron las excusas: Marc Márquez, cara a cara frente a la nueva normalidad de MotoGP | Jorge Martín, el rookie volador que ha hecho 'match' con Ducati y bate récords de precocidad en MotoGP