Si alguien quiere sacar como conclusión del Gran Premio nocturno de Qatar que Valentino Rossi no va a estar disputando el título este año, allá él, pero a mí no me cabe ninguna duda de que eso no va a ser así. En el circuito de Losail, Rossi sufrió problemas de set-up en su Yamaha, y parece que todavía no han encontrado los reglajes adecuados para que la M1 calzada con Bridgestone funcione en distancias de carrera.
El propio Valentino lo explica: “En las primeras vueltas vamos bien, pero más tarde, la moto empieza a moverse mucho. Creo que es un problema de set-up”. Pero en cuanto encuentren la manera de hacer funcionar los Bridgestone durante toda la carrera, el piloto italiano estará delante con toda seguridad. Lo que quizás sea más incomprensible es que a estas alturas todavía no se haya dado con la manera de reglar la M1 para que se compenetre a la perfección con las gomas japonesas en todas las circunstancias. En la pretemporada, Valentino voló en el circuito de Sepang, hizo muy buenos tiempos en Jerez, pero ya en los ensayos de Qatar se topó con mayores problemas en sus Bridgestone. “Tenemos que reglar la moto de una manera totalmente distinta, porque estos neumáticos tienen que ser usados de una forma muy diferente”.
El problema está muy focalizado esta vez, y si el año pasado no funcionaban ni gomas ni motor, este año la Yamaha cuenta con un buen motor, y Valentino sabe de sobras cuál es el problema: “Cuando tenemos mucho grip al principio de la carrera, sé que acabaré pagándolo más tarde”. El tiempo que tarde el eficiente equipo Fiat Yamaha en encontrar la solución, es el tiempo exacto que tardará Valentino en volver a luchar por las victorias.