La posibilidad de que Jorge Lorenzo vuelva a recalar en las filas de Yamaha con una tercera YZR-M1 oficial parecen cobrar más fuerza que nunca. Tanto es así que las primeras reacciones se están dejando caer incluso entre los pilotos oficiales de la firma de Iwata.
Valentino Rossi y Maverick Viñales han dado su opinión sobre la posibilidad de que Lorenzo regrese a la marca con la que ha sido tres veces Campeón del Mundo y ambos han destacado la ayuda que el balear les podría brindar en el desarrollo de la moto, aunque con salvedades.
Valentino Rossi: "Será duro si Jorge vuelve a Yamaha"
En Yamaha llevan desde 2017 sumidos en una profunda crisis. No es sólo una crisis de resultados, es una crisis de desarrollo, una crisis de adaptación una la electrónica única con la que el motor no acaba de entenderse como debería y se traduce en una notable falta de agarre que impide a los pilotos oficiales pilotar como debería.
El único piloto de Yamaha que está logrando cosechar buenos resultados es Johann Zarco. El francés está delante en cada Gran Premio con una M1 híbrida que utiliza un chasis similar a los que llevan en el equipo oficial en maridaje con un motor con especificaciones 2016. Zarco descartó tanto el motor 2017 como el 2018 en una decisión arriesgada pero a todas luces correcta.
Pese a que Valentino Rossi parece haber encontrado algo lo suficientemente positivo como para llevarle de vuelta al podio en Le Mans, en Yamaha siguen preocupados con el desarrollo de sus motos oficiales. En vista de que en el equipo de fábrica no son capaces de volver a encarrilar la moto, Yamaha habría visto con buenos ojos la vuelta de Lorenzo a la moto con la que sumó tres títulos como Campeón del Mundo. Una moto que conoce, entiende y sabe poner a punto.
En este sentido Maverick Viñales, el piloto que actualmente está segundo en la general pero al mismo tiempo peor lo está pasando con la Yamaha, ha valorado el regreso de Jorge Lorenzo a una hipotética tercera M1 oficial en un equipo satélite como algo "de gran ayuda. Su pilotaje es distinto al del resto y en una fábrica es importantísimo tener buenos pilotos".
Al otro lado del garaje, Valentino Rossi también valoró como "muy positivo para todos ver a un piloto tan especial como él conducir la Yamaha". Está claro que toda la ayuda que pueda recibir Yamaha es poca a la hora de solucionar problemas, y más si es de la mano de un piloto que se ha pasado nueve temporadas pilotando una M1 con la que logró tres título y 44 triunfos.
Durante la rueda de prensa, cuando se le preguntó a Rossi sobre la posibilidad de la llegada de Lorenzo empezó bromeando en su particular tono que "tras haber bloqueado a Zarco ahora puedo hacer lo mismo con Lorenzo", y es que en el fondo no le hace demasiada gracia.
Precisamente Lorenzo en Yamaha sería traer de vuelta a la némesis de Rossi. Durante siete años los dos pilotos compartieron el garaje oficial de Yamaha y pasaron muchas cosas. Desde la aparición de un muro que antes no estaba hasta la coronación de Lorenzo tras el #SepangGate pasando por la aventura de Rossi en Ducati y la salida forzada de Lorenzo en 2017, curiosamente también hacia Ducati.
Lorenzo ya ha asegurado que correrá los próximos dos años con una moto 100% competitiva, algo que posiblemente sólo diría en el caso de que sea una Yamaha. Al menos durante esos dos años Rossi y Lorenzo correrán con motos virtualmente idénticas salvo por los colores.
Ante esta posibilidad Rossi no ha dudado en asegurar que "si Jorge vuelve a Yamaha será más difícil la lucha por el campeonato". Además Valentino también señaló que "Lorenzo es un gran piloto que puede rodar muy rápido con la Yamaha. Será duro si vuelve".
El levantamiento del misterio tendrá lugar en el Gran Premio de Catalunya del 15 al 17 de junio, cuando Jorge Lorenzo haga público su futuro.