Holanda y su circuito de Assen conforman La Catedral del motociclismo. El Campeonato del Mundo de MotoGP aterrizará dentro de sólo unos días en su espectacular trazado de 18 curvas conforma una pista que es tan culpable de la popularidad del certamen como las grandes estrellas que ayudaron a labrar su leyenda.
Con casi la mitad del campeonato consumida, el Gran Premio de Holanda supone un todo o nada para lo que queda de año, pero lo cierto y a tenor por lo repartidas que están tanto las victorias como los fiascos es complicado realizar una apuesta clara por ningún piloto en particular. Jack Miller, Valentino Rossi, Marc Márquez han sido los últimos ganadores, pero este 2017 pinta... atípico.
MotoGP: Muchos favoritos y sólo un ganador por carrera
El premio gordo de esta temporada 2017 se lo va a llevar el piloto que menos falle a lo largo de la temporada. ¿Suena a obviedad? Por supuesto que sí, pero tal y como sabrás esta campaña está siendo una auténtica locura que trae de cabeza tanto a los pilotos como a sus propios equipos.
La irregularidad se está comiendo las aspiraciones de los grandes favoritos de MotoGP, dejando sin validez sus candidaturas de principios de temporada y haciendo sudar la gota gorda a quienes han querido confiar en la regularidad. No hay regularidad alguna al menos en este primer tercio del campeonato, así que minimizar los daños cuando las cosas se ponen complicadas puede ser mucho más productivo que arriesgar más de la cuenta cuando no es el momento.
Los cinco primeros pilotos que ocupan la clasificación general serían los que acotaríamos como candidatos al título. Por orden de aparición en la clasificación general: Maverick Viñales, Andrea Dovizioso, Marc Márquez, Dani Pedrosa y Valentino Rossi son los cinco aspirantes a todo de aquí a cuando lleguemos al GP de Valencia en el aparentemente lejano mes de noviembre.
Todos ellos tienen una cosa en común y es que en las siete carreras que llevamos disputadas se han caído al menos en una ocasión. Los chicos del Repsol Honda van en cabeza de esta inefable estadística con dos caídas cada uno mientras que Viñales, Dovizioso y Rossi han besado el suelo una vez.
Al mismo tiempo, y con la excepción del veterano Valentino, todos han ganado al menos una carrera, con Viñales (3) y Dovizioso (2) como los únicos capaces de repetir el triunfo. Esto no es casualidad y, aunque lo merecía y estuvo muy cerca de conseguirlo en Le Mans, Rossi no tiene las mismas posibilidades para ganar que el resto de sus contendientes.
La gallina vieja sigue haciendo muy buen caldo, no en vano llegó a Jerez como líder de la clasificación general. La consistencia de sus resultados siempre ha sido un estandarte de intenso color amarillo pero, por el motivo que sea, la regularidad que le mantenía en la lucha por el título este año le está siendo esquiva y acudirá a Assen como el quinto clasificado de la general.
En favor del italiano hay que reconocer que las estadísticas no mienten y Rossi es el piloto que en más ocasiones se ha subido al cajón más alto. Siete victorias y nueve podios atesora ya en su dilatada experiencia, así que llegar al TT de Assen este fin de semana después de la caída de Francia y el octavo puesto de Catalunya seguro que son un bálsamo con el que curarse las heridas.
Ducati: el factor disruptor
Con el firme propósito de seguir dando pasos adelante, Ducati marcha orgullosa sabedores de que aunque ellos no quieran verlo así, en las dos últimas carreras Andrea Dovizioso ha llevado a la GP17 hasta la victoria.
Una vez puede ser casualidad, suerte o azar. Dos triunfos consecutivos y además secundados por el liderato de Jorge Lorenzo durante las primeras vueltas dadas al circuito de Montmeló ya empiezan a sentar una peligrosa jurisprudencia. Peligrosa para el resto de contendientes con monturas japonesas que quizá se han visto superados por una moto que vuelve a funcionar y lleva acumulando hambre de victoria desde 2008.
Con muchas miradas depositadas en los neumáticos Michelin y en sus aptitudes un tanto aleatorias, parece que la Ducati GP17 es la moto que mejor consigue conservar los neumáticos en distancia de carrera. Pese a ser la moto más potente de la parrilla se está erigiendo como una gran niñera de las gomas y en circunstancias puntuales logra incluso acabar rindiendo a un gran nivel durante las últimas vueltas escogiendo compuestos más blandos que sus rivales.
Ya no hay duda de que a estas alturas, las críticas vertidas por el propio Andrea Dovizioso sobre la GP17 se fundamentaban más en una posible frustración por no rendir al nivel de un piloto que cree que puede ganar. Ahora, con la moto evolucionada constantemente por el mago Gigi dal'Igna y un Jorge Lorenzo caminando en la dirección correcta, puede que podamos dejar de mirar a las Ducati como esas motos que sólo Casey Stoner era capaz de domar.
La regularidad irregular de MotoGP 2017
¿Y qué hacemos con Viñales, Márquez y Pedrosa? Lo único que podemos hacer: esperar. Mientras que** Dani Pedrosa** se mantiene como ese piloto trabajador que cuando tiene la moto por la mano es capaz de pegar un baño a sus rivales,** Viñales y Márquez** son de ese tipo de pilotos a los que sólo les vale la opción de ganar.
La frustración de Viñales por no poder mantener la estratosférica trayectoria de principios de temporada se está materializando en continuas alusiones a unos supuestamente deficientes neumáticos Michelin, al tiempo que Márquez parece que año tras año parece entender mejor eso de que hay otras formas de ganar que no son llegar el primero.
Para su desgracia, y pese a que Viñales ocupa la primera posición de la general que sólo cedió temporalmente tras la carrera de Austin, la volatilidad de las posiciones en la general se puede hacer que cualquiera de los pilotos acabe desmoronándose de la batalla por el título en cualquier momento.
Entre Viñales (1º) y Rossi (5º) hay 28 puntos de diferencia. Cinco pilotos colocados en una distancia muy corta, sólo puede ganar uno cada vez y para ganar hay que arriesgar (bueno, salvo si eres Dovizioso en Catalunya que dices haber ganado sin dar el 100%). Y ya sabes lo que pasa cuando se arriesga más de la cuenta.