MotoGP 2022 renació antes del verano. La inoportuna caída de Fabio Quartararo y la remontada de Aleix Espargaró dejaron la diferencia de puntos entre ambos en tan solo 21, y además con el francés teniendo que cumplir una 'Long Lap Penalty' en Silverstone, la primera carrera después de las vacaciones.
La mejor noticia para Espargaró es que de cara a la segunda mitad de la temporada tendrá un aliado en la batalla: Maverick Viñales. El piloto español por fin ha vuelto a las posiciones delanteras, ya tiene por la mano la Aprilia y en Assen logró su primer podio con la marca de Noale. Ahora se podría cobrar su venganza de Yamaha.
"Si tengo que cortar gas con Aleix, lo haré", aseguraba Viñales
Si en Sachsenring ya estuvo a punto de subirse al podio y fue una avería lo que lo impidió, Viñales aprovechó en Assen la limpia que hizo Quartararo para, esta vez sí, saborear el champán por primera ver con Aprilia. Más allá del resultado, cada vez es más evidente que Viñales está muy a gusto con la moto y tiene mucho ritmo.
"Me siento con confianza, cada vez tengo más. Trabajamos mejor con la moto, con todo el equipo de Aprilia. Es cuestión de tiempo, volverme a verme ganando carreras. Ha sido un periodo largo, pero lo hemos conseguido, esto nos da mucha fuerza para seguir trabajando", decía un feliz Viñales tras la carrera.
Esta resurrección de Viñales llega en el momento ideal para Aprilia: justo cuando Aleix Espargaró ha vuelto a conectarse a la lucha por el mundial. Y en esa batalla Viñales puede tener mucho que decir. Especialmente porque Quartararo no cuenta con un Franco Morbidelli que ni está ni se le espera. Está desaparecido.
De hecho, Viñales ya avisaba tras la carrera de que "si es necesario cortar gas con Aleix, lo haré. Solo puedo darle las gracias a Aprilia y a Aleix, por tenderme la mano en los tiempos duros. Me sacrificaré por el equipo si es necesario. Ayudaré en lo que pueda. Aleix está luchando por el mundial y hay que seguir soñando".
Viñales podría cumplir al mismo tiempo el sueño de Aprilia de ser campeones de pilotos, y de equipos, donde su irrupción apunta a ser decisiva, y culminar cierta venganza con Yamaha. De Iwata salió quemado después de que lo apostasen todo por Fabio Quartararo, y dejarle ir a Aprilia ahora podría costarles un mundial.
Por cierto, que Aprilia no para de evolucionar. El nuevo carenado ha sido fundamental en el renacimiento de Viñales. Lo montó en Sachsenring por primera vez y lo mantuvo en Assen, con resultados notables. Espargaró lo estrenó en los Países Bajos y fue el piloto más rápido en pista. Dan miedo para la segunda mitad de temporada.