La hora de la verdad le ha llegado al Campeonato del Mundo de MotoGP. En el Gran Premio de Tailandia el líder de la general, Marc Márquez, dispondrá de su primera bola de partido para dejar finiquitado el mundial. Será su octava corona de campeón del mundo, la sexta en MotoGP y la cuarta de forma consecutiva.
A Márquez le basta con no ceder más de dos puntos respecto a Andrea Dovizioso. Es decir, siempre que quede delante del piloto de Ducati ya le serviría para ser campeón salvo que terminasen seguidos y fuera de las cuatro primeras posiciones. En definitiva, y dada la tónica que lleva la temporada, se podría resumir que solo una victoria de Dovizioso retrasaría el alirón.
Esta vez las Ducati sí deberían ser rivales para Márquez
Y es que Márquez no se baja de la segunda posición del podio en toda la temporada, salvando la caída de Austin. En trece de las catorce citas disputadas ha estado entre las dos primeras plazas. Daba igual que fuésemos a circuitos favorables para la Ducati, como Mugello o Austria, favorables a la Yamaha, como Misano o Assen, o favorables a la Suzuki como Silverstone. Márquez siempre está ahí.
Por eso es de esperar que en Buriram el piloto de Honda vuelva a luchar por la victoria. Las referencias en el trazado tailandés son pocas, ya que se limitan exclusivamente a la temporada pasada, pero entonces vivimos un duelo entre Márquez y Dovizioso que terminó con victoria para el español.
Márquez está en estado de gracia, parece empeñado en conseguir que ésta sea la mejor temporada de su carrera, incluso superando a 2014. Y va en ritmo de conseguirlo. Sabedor de que cuenta con un colchón gigantesco en la general, a Márquez ya no le asusta el riesgo, corre para ganar cada carrera, y eso se nota.
Lleva 300 puntos y, con 125 más en juego, parece difícil que no termine superando los 362 que alcanzó en 2014, una cifra que parecía imbatible. Es cierto que ahora hay más carreras, pero también lo es que la media juega en favor del Márquez de 2019. Este año suma 21,4 puntos por carreras, mientras que entonces terminó la temporada con 20,1.
Sin embargo habrá que ir con humildad, porque Dovizioso bien podría retrasar la fiesta en Buriram. Hay que recordar que el año pasado ya estuvo muy cerca de ganar la carrera, y es que en Tailandia hay tres enormes rectas que benefician a la Ducati, aunque la Honda ha dado un paso adelante en ese aspecto esta temporada.
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— MotoGP™ 🇹🇭 (@MotoGP) September 30, 2019
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Lo que está claro es que dejar atrás a Márquez ha sido imposible toda la temporada, y posiblemente también lo sea en Buriram. Solo en Assen, además de en Austin, donde se cayó yendo líder, Márquez no llegó a la última vuelta luchando por la victoria. En el mejor de los casos para Dovizioso, habrá emoción hasta la última curva por saber si Márquez es ya campeón en Tailandia.
Viñales aguantó el año pasado y podría ser la sorpresa
La gran incógnita será el rendimiento de Yamaha. En un circuito que a priori no debería ser favorable para las motos de los diapasones, Maverick Viñales aguantó el año pasado toda la carrera a rebufo de Márquez y Dovizioso. Finalmente fue tercero, pero a apenas dos décimas del ganador de la carrera. Prácticamente nada.
Teniendo en cuenta el importante paso adelante que han dado las Yamaha en esta temporada, sobre todo en la segunda mitad del año, no habría que descartarlas para la victoria. Menos todavía si tenemos en cuenta el empuje con el que viene el joven Fabio Quartararo, que quiere sí o sí su primera victoria antes de acabar el año.
Por lo demás, a Suzuki le debería costar luchar en las primeras posiciones. Los de Hamamatsu están pasando por una fase complicada de la temporada después del triunfo en Silverstone. Muchos circuitos que no le son favorables, como éste de Chang, donde el año pasado Álex Rins solo pudo ser sexto.
Más se adapta Buriram a las KTM, pero no sabemos si Pol Espargaró finalmente podrá competir en la carrera. Y, si lo hace, probablemente esté bastante mermado físicamente. Una lástima, porque el pequeño de los Espargaró estaba en su mejor momento y a buen seguro hubiese podido dar mucha guerra en Tailandia.