Últimamente está dando mucho que hablar el asunto del cambio de reglamento que ya ha entrado en vigor para la temporada 2016 y que va a obligar a los equipos a hacer numerosas modificaciones. Dejando a un lado los nuevos neumáticos Michelin, todos los equipos de MotoGP estrenan una nueva electrónica única y más sencilla que la que venían utilizando los equipos oficiales.
Juan Martinez, exingeniero de pista de Nicky Hayden, nos arroja un poco de luz sobre este nuevo e incierto escenario. Pero, ¿esa homogeneización de la electrónica va a servir realmente para igualar las prestaciones? Puede que sí, pero a mí me parece que sólo va a ser al principio. Luego volveremos a lo mismo de siempre casi con total seguridad.
De todos los apuntes que Martínez comentaba sobre la electrónica, los 22 litros y los 7 motores se pueden desprender algunas conclusiones. La primera es que al hilo del aumento de consumo inicial, estimado en un 5% de más, suponiendo que consumiesen los 20 litros por completo, resultaría en un incremento hasta los 21 litros.
Si damos por hecho que con 20 litros llegaban bien al box tras la carrera y la vuelta de honor, incluso parando a quemar un poco de rueda, el consumo debía ser menor (menos de 20 litros). Con esto quiero decir, que aunque ese 5% de consumo extra sea cierto sigue sobrando gasolina para completar la distancia de carrera.
Tener gasolina de sobra en competición quiere decir tener una reserva de potencia extra que se puede explotar si hubiera necesidad. Como bien decía Martínez, los equipos pese a tener que usar la centralita Magneti Marelli, pueden seguir utilizando las plataformas inerciales que usaban hasta ahora y los sistemas de adquisición de datos.
Con ellos, y una vez tengan el nuevo software por la mano, los equipos oficiales (que serán los primeros en conseguirlo porque dedicarán todos sus medios a ello) serán capaces de extraer más potencia a los motores cuando esos dos litros extra les empiecen a sobrar más de la cuenta al final de las carreras.
Y con el tema del número máximo de motores pasa más de lo mismo. Sólo algunos fabricantes han estado justos con el límite de 2015 o lo han superado, pero los grandes (Honda, Yamaha y Ducati) no. Sus motores precintados han superado "tranquilamente" el maltrato de toda una temporada.
Esta medida va destinada a favorecer a los nuevos fabricantes como Suzuki o Aprilia. O mejor dicho, más que a favorecer, a no perjudicarles. Porque incrementar el número de propulsores por campaña favorece a los equipos que ya llegaron bien con cinco en 2015. Dos motores más supone abrir otra vez la brecha de prestaciones entre los que tienen billetes y los que no.
Esto del reglamento restrictivo de 2016 cada vez me parece más un "pan para hoy y hambre para mañana". Entiendo que después del desparrame con los distintos reglamentos (Factory, Factory 2, Open, CRT...) se quiera unificar la normativa para todos, pero ya sabemos que si de paso se contenta a los grandes, a quienes no les hizo demasiada gracia el tema de la centralita única, pues mejor que mejor.
Y si, por un casual, lo que quieren es limitar los costes del campeonato para hacerlo más accesible a todos los fabricantes y aproximar las prestaciones entre las motos, este sólo es un bache en el camino que los más poderosos van a esquivar y a seguir gastando sus millonadas en hacer sus motos mucho más avanzadas que las demás.
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Foto | Aspar Team, Repsol Media