Dicen los más sabios del lugar que al final de una temporada tan larga los abandonos de unos y otros se terminan compensando y Jorge Lorenzo se empeñó en Barcelona de darles la razón por la vía rápida. La escabechina que organizó el mallorquín en la curva 10 cambia por completo no solo la carrera, sino también el mundial.
En una temporada que posiblemente está siendo la segunda más dominante de Marc Márquez en MotoGP, después de la de 2014, la caída tonta del piloto español en Austin estaba maquillando la lucha por el campeonato. Pero Jorge Lorenzo en Montmeló se encargó de pasar la segadora por el jardín del mundial y nos devolvió a la tiranía de Marc Márquez.
Marc Márquez se pone con 37 puntos sobre Dovizioso
El accidente de marras ha tenido múltiples visiones. Desde la defensa de Márquez, que afirmaba que Lorenzo iba por la trazada y eran los otros quienes estaban fuera de ella, hasta la ira de Maverick Viñales, que exigió a Dirección de Carrera que el piloto de Honda fuese penalizado con salir último en Assen.
Seguramente la sensatez la puso, quien lo iba a decir, Valentino Rossi, que entendía que Lorenzo se vio delante después de muchas carreras de sufrimiento y se vino arriba. Al fin y al cabo, nada muy diferente a lo que le pasó al propio Rossi con Casey Stoner en Jerez 2011. Por eso 'Il Dottore', como Lorenzo, se centró en atizar a la fatídica curva 10.
Y es que ese giro se tragó la carrera. Además del accidente de los líderes de la prueba, también Aleix Espargaró y Bradley Smith chocaron ahí en la primera vuelta, con serias consecuencias físicas para el español. Pecco Bagnaia fue otro damnificado de una curva que la organización tendrá que plantearse si deberían devolver a su forma inicial, como pidió el propio Rossi.
En cualquier caso, una vez más la suerte del campeón se posó en la moto de Marc Márquez y abandonó a Andrea Dovizioso. Ya es habitual ver al italiano involucrado en este tipo de incidentes sin comerlo ni beberlo. Todavía está fresca su caída con Dani Pedrosa y el propio Lorenzo en Jerez el año pasado, o la que le infringió Andrea Iannone en Austin hace unos años, que a la postre le costó el título.
Marc Márquez se escapa y su ventaja ya se sitúa en 37 puntos. Acumula cuatro victorias y dos segundos puestos después de siete carreras, su segunda mejor marca después del inigualable 2014. Ni siquiera en 2010, el año en que ganó el mundial de 125 cc con mucha facilidad, llevaba tantos puntos a estas alturas.
A Dovizioso por su parte le crecen los enanos y Danilo Petrucci ya está a tan solo cinco puntos de su jefe de filas. Con su perfil bajo y en silencio, Petrucci ya lleva tres podios consecutivos y si finalmente firma la renovación antes de Assen, como se espera, podría liberarse y empezar a reclamar el puesto más alto del escalafón jerárquico de Ducati.
En cuanto a Jorge Lorenzo, su misión para esta semana es la más difícil del año. Tiene que conseguir olvidarse de uno de los peores errores de su vida y quedarse solo con la primera vuelta y media de la carrera, con diferencia sus mejores 23 curvas como piloto de Honda. En Assen, libre de sanción, tendrá la reválida.
Si hay una actualización que ha tapado todo el humo que ha levantado el accidente de Jorge Lorenzo esa ha sido la de Fabio Quartararo. El novato que está fascinando a todos en MotoGP completó un fin de semana de escándalo, estando además recién operado del antebrazo. Mejor tiempo el viernes, pole position el sábado, más rápido del Warm Up y segundo en carrera. Primer podio de muchos para un chico al que no es ningún secreto que las marcas se empezarán a rifar más pronto que tarde.