El Gran Premio de Catar de MotoGP deparó un interminable cúmulo de sorpresas, pero seguramente una de las más grandes la encontramos en la tabla de velocidades punta. Donde habitualmente Ducati dominaba, nos encontramos un nombre nuevo en Losail: no, no era ninguno de los demás equipos con motor V4, se trataba de Suzuki.
Suzuki dominó las velocidades punta de todo el fin de semana para asombro del personal. Sí, los pilotos de Hamamatsu ya habían advertido en la pretemporada de que habían mejorado mucho en ese campo, pero en ningún caso se podía esperar que una moto con motor de cuatro cilindros en línea pudiese ser la más rápida.
Mir alcanzó los 357,6 km/h en Losail, y Rins adelantó a una Ducati por potencia
La tabla de velocidades punta de todo el Gran Premio habla bien a las claras. El mejor registro del fin de semana lo marcó Joan Mir en la carrera con 357,6 km/h, mientras que la segunda mejor velocidad fue de Álex Rins en los segundos entrenamientos libres: 355,2 km/h, empatado con lo mejor que hizo Enea Bastianini en carrera.
Esta increíble velocidad punta de la Suzuki permitió cosas inalcanzables hasta ahora, como que Álex Rins pasase por pura potencia en la recta a la Ducati de Jorge Martín. "¿Cuántos caballos te has traído a Catar?", le preguntó impresionado Jack Miller a Joan Mir ante los micrófonos después de los entrenamientos.
Cabe recordar que la temporada pasada en este mismo circuito Joan Mir sufrió una de sus carreras más dolorosas. El de Suzuki se las apañó para colarse segundo, detrás de Maverick Viñales, pero en la última recta las Ducati de Johann Zarco y Pecco Bagnaia le fulminaron para dejarle sin podio. Ese fin de semana, el francés llegó a los 362,4 km/h.
Que una moto con motor de cuatro cilindros en línea lidere la tabla de velocidades punta es algo que va contra la natura de MotoGP. Por pura estructura del motor, las motos que montan un V4 (Ducati, KTM, Honda y Aprilia) suelen tener más potencia, mientras que las motos con un motor en línea (Yamaha y Suzuki) priman el paso por curva.
Lo más interesante es que, según los pilotos, el carácter de la Suzuki no ha cambiado en el paso por curva. "Cuando traen algo nuevo, que corre más, tienes que ajustar el pilotaje, la forma de acelerar, pero no hemos perdido la esencia de la Suzuki de hacer las curvas rápidas. La moto gira bastante bien", explicaba Rins.
Para comparar, tan solo hace falta mirar a los resultados de la otra moto con motor de cuatro en línea. Yamaha ocupó cuatro de las cinco últimas posiciones en la lista de velocidades punta, con la única excepción del debutante Remy Gardner, que se metió por medio. Darryn Binder fue el más lento, llegando solo a los 346,1 km/h.
Muy buenas señales con un pero enorme: los resultados no salieron. Suzuki tiene un debe histórico con las clasificaciones que pretendían arreglar este año, pero Joan Mir tan solo salió desde la octava posición de la parrilla mientras que Álex Rins arrancó décimo. Quizá es hora de pensar que algo más que la moto entorpece aquí.
En la carrera, la cosa no mejoró mucho. Mir acabó sexto, justo por delante de su compañero Rins. El campeón de 2020 hizo una gran salida y se enganchó al grupo de cabeza, pero poco a poco fue perdiendo fuelle. Y es que parece que el gran punto fuerte de la Suzuki en 2020, la conservación de los neumáticos, parece que sí se ha ido.
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