El mundial de MotoGP salió más apretado que nunca del Gran Premio de Aragón. Los tres primeros pilotos de la general, Fabio Quartararo, Pecco Bagnaia y Aleix Espargaró, están separados por solo 17 puntos, mientras que hay un cuarto, Enea Bastianini, que está a 48 y todavía sueña con un rebote que le coloque la corona sobre la cabeza.
Sin embargo, esta clasificación parece no ser más que un espejismo cimentado en las erráticas primeras carreras de Ducati. Da la sensación de que solo un milagro podría evitar que Bagnaia se convirtiese en campeón del mundo dada la superioridad mecánica de su moto, y los rivales ya empiezan a resignarse.
"Las Ducati son de otro planeta", lamentaba Espargaró en MotorLand
Quartararo ya lleva varias carreras asumiendo su irremediable destino, que se ha acelerado más después de la caída tras el toque con Marc Márquez en MotorLand. "No hay nada legal que podamos hacer", decía el francés en Aragón. "Hemos analizado los vídeos y perdemos cuatro décimas, pero no es en las curvas. No sé donde estarán", ironizaba.
El campeón está resignado a un sino que es repetitivo en cada carrera: él es el piloto que tiene mejor ritmo, pero es imposible adelantar a las Ducati. "Tenemos ritmo para luchar por las victorias, pero siempre es lo mismo desde que empezó el año. Aunque sea tres décimas más rápido, siempre voy a estar por detrás".
Y es que, aunque aún quedan negacionistas de la superioridad de Ducati, basta con echar un vistazo a las clasificaciones para darse cuenta de la realidad. Es raro que no haya cuatro o cinco motos de Borgo Panigale en las dos primeras filas de la parrilla. Todos los pilotos van bien con la Ducati, formando un ejército insorteable.
Antiguamente la estrategia de Quartararo era clasificarse en la primera fila para arriesgar en la salida, pasar líder la primera curva y escaparse. Pero ahora Ducati ha dado un último paso a una vuelta que hace totalmente imposible competir contra ellas. Ducati lleva copando la primera fila tres carreras seguidas, y acumula ya doce poles en quince carreras.
En la misma línea va Aleix Espargaró, quien explicaba que "las Ducati están en otro planeta. Nos sacan 10 km de velocidad punta en recta, llegan a los 350. El nivel de Ducati ahora mismo es exagerado". El de Aprilia ha visto como Pecco Bagnaia le recortaba 57 puntos en cinco carreras y ahora está siete por delante.
Ducati ya ha sentenciado matemáticamente el mundial de marcas, y solo un milagro le puede separar del de pilotos. Su superioridad es abrumadora, y un año entero de ella podría ser terrible para MotoGP. Veremos si Dorna hace algo para que no se le desequilibre el campeonato que tanto les había costado igualar.